En los últimos años la sociedad ha visto cómo se reactivaba la necesidad de conocer el pasado histórico más inmediato, yendo más allá de tópicos y lugares comunes o de olvidos para obtener una visión perimetral que permita llegar a las propias conclusiones.

El Distrito de Les Corts desarrolla todo un programa de actividades que incluye diferentes perspectivas y sectores de acción con el fin de obtener la máxima objetividad posible para favorecer una mirada serena al pasado lejano y reciente, que facilite el conocimiento de nuestro pueblo y le permita un futuro mejor.

Espacio de memoria de la Prisión de Mujeres de Les Corts

“La prisión invisible” es un proyecto multidisciplinario de memoria y reflexión histórica —y también actual— sobre la antigua prisión de mujeres de Les Corts (1936-1955), el espacio de reclusión femenina más importante de la Barcelona del primer franquismo, una circunstancia que contrasta con el olvido y la invisibilidad que sufre actualmente.

El Distrito de Les Corts inauguró, el pasado 14 de diciembre de 2019, el espacio de memoria de la Prisión de Mujeres de Les Corts. Este espacio acontece una realidad después de años de trabajo y reivindicación de la Plataforma Futuro Monumento Prisión de mujeres de Les Corts, que incluye entidades memorialistas y de familiares de las internas de recuperar este episodio de la historia de la represión política y de la represión moral específica contra las mujeres que este lugar significó.

 

Actividades

El proyecto Ruta de la Memoria Histórica de Les Corts, desarrollado por los estudiantes del Master en diseño urbano y el Centro de Investigación Polis: Arte, Ciudad, Sociedad, de la Universidad de Barcelona (UB), se lleva a cabo con la colaboración de la Asociación por la Cultura y la Memoria de Cataluña (ACME) y el Ayuntamiento de Barcelona.

La Ruta de la Memoria Histórica de Les Corts en Barcelona propone un recorrido urbano por trece localizaciones del distrito: edificios, monumentos, entornos urbanos fuertemente identificados con acontecimientos históricos del periodo de la Segunda República Española, la Guerra Civil y la dictadura franquista.

También se proponen tres proyectos de ideas para espacios “sin memoria”, donde se han llevado a cabo derribos de monumentos franquistas. Este es el caso de los lugares donde se alzaba el antiguo monumento dedicado a José Antonio Primo de Rivera y el monumento a los caídos.

El tercer proyecto identifica la prisión de mujeres de Les Corts, ya desaparecida. Se trata de un lugar con una fuerte historia social y humana de represión franquista, hoy invisible en el paisaje urbano de la ciudad.

“La prisión invisible” es un proyecto multidisciplinar de memoria y reflexión histórica —y también actual— sobre la antigua prisión de mujeres de Les Corts (1936-1955), el espacio de reclusión femenina más importante de la Barcelona del primer franquismo, una circunstancia que contrasta con el olvido y la invisibilidad que sufre actualmente.

La transformación constante de la fisonomía de la ciudad y del barrio y la desaparición física del equipamiento han ayudado poderosamente a este olvido, a un hecho que desde el proyecto “La prisión invisible” se ha intentado contrarrestar.

Visibilizar la antigua prisión —y al colectivo de mujeres encarceladas por la dictadura franquista— a través del concurso de imágenes antiguas, testimonios y estudios actuales constituye uno de los objetivos de este proyecto. Se trata también, sin embargo, de fomentar nuevas miradas —mediante el cine documental o el arte al servicio de la memoria— que posibiliten un debate de actualidad en el que los vecinos y las vecinas del barrio tengan algo que decir sobre su recuerdo y señalización.

 

Inaugurado el espacio de memoria de la Prisión de Mujeres de Les Corts 

El distrito de Les Corts inauguró, el pasado 14 de diciembre de 2019, el espacio de memoria de la Prisión de Mujeres de Les Corts. Este espacio acontece una realidad después de años de trabajo y reivindicación de la Plataforma Futuro Monumento Prisión de mujeres de Les Corts, que incluye entidades memorialistas y de familiares de las internas de recuperar este episodio de la historia de la represión política y de la represión moral específica contra las mujeres que este lugar significó.

La instalación artística que configura el espacio memorial se sitúa al chaflán nordeste entre las calles de Europa y Joan Güell y está compuesta por seis piedras de rompeolas procedentes de orígenes diversos del país y que acontecen el elemento central del monumento, cinco tótems informativos y cuatro tótems troncocónicos con iluminación, inscripciones en el pavimento, una chapa de acero cortén y pintura de calzada que reproducen el perímetro de la prisión y un murete de basalto con una inscripción con las fechas en qué lo correccional estuvo abierto.

En el año 1905 Amadeu Carné Tort inició la construcción de una fábrica en los terrenos de la Travessera de les Corts, 27 bis, que se inauguró en 1910 como una de las principales productoras barcelonesas de maquinaria e instalaciones para fábricas de tejidos, y que hasta entonces había estado ubicada en la calle de Ponent, 24 (actual Joaquín Costa). Igual que la antigua fábrica de Ciutat Vella, el nuevo recinto de Les Corts también se dedicó a la fabricación de tejidos, seguramente usando los mismos telares que construía.

La fábrica enseguida se conoció como Ca n’Amadeu, y su construcción propició la urbanización de la zona, con la proliferación de pasajes de casas bajas que originaron el barrio de Sant Ramon. Al morir el propietario, en 1911, la fábrica quedó a nombre de su hijo Amadeu Carné Fontes, aunque los demás hijos también tenían participaciones; por esta razón la fábrica pasó a llamarse Hijos de Amadeo Carné. En este periodo la empresa se dedicó principalmente al tejido, pero cambiando el producto hacia los aprestos, el también denominado sector del ramo del agua. En 1930, con la muerte prematura de Amadeu Carné hijo, a los 38 años, la empresa quedó en manos de su viuda, Teresa Muset Capdevila. En este periodo la fábrica se fue fragmentando y dentro del recinto se instalaron pequeñas empresas. Por otra parte, la antigua fábrica de maquinaria se compartió con otras empresas de menor relevancia, como las de Casarramona J. y E., Juan Blanch y Andreu Casaus y Cía., entre otras más pequeñas.