Del 6 al 11 de febrero se realiza la espigada comunitaria de naranjos en Barcelona para recuperar las naranjas amargas que servirán para elaborar La Marga, una mermelada 100% natural que se distribuirá entre entidades sociales que atienen colectivos vulnerables y personas en situación de pobreza alimentaria o riesgo de exclusión social en la ciudad.
La recogida comunitaria de naranjas es una iniciativa del programa Mans al Verd, de Parcs i jardins, en colaboración con la Fundación Espigoladors y los distritos, que promueve la gestión compartida con la ciudadanía de los espacios verdes de la ciudad en el marco de la estrategia de agricultura urbana para fomentar el aprovechamiento alimentario.
En Les Corts, la recogida tuvo lugar el lunes 10 de febrero en el Monasterio de Pedralbes. Este año, fueron unos ochenta participantes entre los que había alumnado de la Escuela Paideia, la Escuela Esclat y la Escuela Moragas, y miembros del Centro Ocupacional Les Corts y el Taller Ocupacional Ariadna, el equipo encargado de completar esta primera fase del proyecto.
Durante la actividad se hicieron dos grupos y mientras el primer grupo espigolaba, el otro hacía una visita guiada al huerto del monasterio y después al revés. Los talleres educativos se harán antes de Semana Santa y también contarán con la participación de la asociación ASPASIM.
El proyecto
La ciudad de Barcelona dispone de más de 3.300 naranjos, que representan aproximadamente un 1,5% de los 202.000 árboles que pueblan plazas, parques y calles de la ciudad. El distrito con más naranjos de naranja amarga es Sant Andreu, con un 35% del total de la ciudad, donde se inició este proyecto en 2021. El año pasado se recuperaron 5.375 kilogramos de naranja amarga con la participación de 598 personas voluntarias y 29 entidades.
Desde el Ayuntamiento de Barcelona y con el impulso de Parcs i Jardins, se desarrolla esta iniciativa en seis distritos de la ciudad con el objetivo de promover el aprovechamiento de los alimentos, con iniciativas de economía circular y verde que fomentan la participación ciudadana para avanzar hacia un modelo de ciudad más justa y sostenible. La Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) analiza las naranjas cosechadas en crudo para garantizar la seguridad en la elaboración de la mermelada.
Por otro lado, el proyecto también cuenta con acciones de sensibilización más allá de las espigoladas. Desde Espigoladors se llevan a cabo una serie de talleres en centros educativos y entidades de los distritos para compartir con los niños, jóvenes y ciudadanía en general la problemática de las pérdidas y el derroche alimentario e intercambiar reflexiones alrededor del derecho a una alimentación saludable y sostenible.