Para feminizar el nomenclátor de la ciudad, recientemente los espacios ajardinados del Besòs han recibido denominaciones que homenajean a maestras y pedagogas catalanas

Al denominar las calles del barrio del Besòs, se siguió un poco el patrón que Víctor Balaguer había aplicado en el Eixample, por el cual las calles longitudinales recibieron nombres de poblaciones de Francia y de Italia y las calles transversales se dedicaron a personas destacadas de la historia de Cataluña.

Sobre este doble patrón temático, en los últimos años se ha sobrepuesto un tercer esquema, y es que los espacios ajardinados situados entre los edificios rinden homenaje a maestras y pedagogas que se han distinguido en el desarrollo de la enseñanza en Cataluña. Se trata de:

  • Dolors Canals i Farriols (1913 – 2010)
  • Anna Canalias Mestres(1886 – 1934)
  • Antònia Adroher Pascual (1913 – 2007)
  • Clémence Jacquinet (1865 – segle XX)
  • Josepa (Pepita) Uriz i Pi (1883 – 1958)
  • Maria Pi Ferrer (1884 – 1960)
  • Mercè Climent i Pascual (segle XIX – segle XX)
  • Virgínia Amposta Amposta (1903 – 1939)
  • Elisa Uriz i Pi (1893 – 1979)

Con esta iniciativa, un mapa profundamente masculinizado no sólo encontró cierto equilibrio en cuestiones de género sino que, además, generó todo un recorrido por la pedagogía moderna en Cataluña, que como se puede comprobar, se escribió con nombre de mujer.

El ensanche besonense de l'Eixample

Si Ildefons Cerdà ya tuvo que oírlas de todos colores cuando su plan de Eixample fue el elegido, a Víctor Balaguer no le fue mejor cuando presentó su proyecto de nomenclátor para todo aquel nuevo entramado urbano. Por suerte, uno y otro triunfaron con un modelo que, un siglo después, y a pequeña escala, se aplicó en el incipiente polígono del Suroeste del Besòs.