Patronas de Mataró y veneradas en Sarral, Sant Adrià es uno de los puntos de Catalunya donde se recuerda a las dos discípulas de Sant Cugat martirizadas por cuidarlo

En el lado adrianense de la Vía Trajana se erige una iglesia contemporánea dedicada al culto de Santa Juliana y Santa Semproniana, popularmente conocidas por todas partes como las Santas.

La capilla original desapareció con la Guerra Civil, y el edificio actual, neoclásico de 1950, imita a las basílicas paleocristianas, características por una nave central ancha y alta con dos laterales más bajas que dan lugar a un triforio que permite el paso de la luz natural.

Patrimonio escultórico

La fachada es sobria y elegante, del todo simétrica, y mientras que en el altar mayor destacan las decoraciones doradas que rodean la imagen de las santas, el techo de la nave central luce por los frescos. En la capilla del santísimo hay la Santa Cena y alegorías eucarísticas, pero desgraciadamente ya no se puede disfrutar de los murales de Rafael Rosés Rivadavia que representaban la vida de las Santas.

Sí se puede disfrutar de los elementos del escultor suizo Charles Collet, como los capiteles, los relieves del Sagrario, la portalada de los campesinos, las estrellas y una moldura, decoraciones llenas de simbolismos y pensadas dentro de un conjunto que les pertenece y sin el cual perderían sentido.

Arboledas, campos, cultivos...

Esta zona era un espacio verde y boscoso en destacable por la vegetación propia de las orillas bajas de los ríos, muy particularmente, los alisos. Más tarde se dedicó al cultivo, y la aparición de las primeras masías originó la capilla primigenia de las Santas, en el siglo XIV. El crecimiento demográfico y la construcción de polígonos hicieron desaparecer este entorno bucólico.