La nueva planta se empezará a construir en el 2024 para que esté operativa en el 2025 y pueda ampliar en un centenar los edificios conectados a este sistema. De esta manera, pasarán de ser 167 a 240 edificios, y la superficie climatizada pasará de los 1.500.000 m2 actuales a 2.496.494 m2.
Esta tercera central de Districlima será soterrada para minimizar el impacto en el espacio público, y comportará una inversión de 44,4 millones de euros
Con la ampliación, se calcula que cada año se ahorrará la emisión a la atmósfera de 26.000 toneladas de CO2, una cifra que equivale a retirar de la circulación 36.300 vehículos. El objetivo de la puesta en marcha de la central es llegar a ahorrar 417.276 toneladas de CO2 durante el periodo 2021-2032.
Las obras implicarán el derribo del Punto Verde de Barrio de la calle Carmen Amaya, que se trasladará provisionalmente al cruce del paseo de Calvell con el pasaje de la Llacuna. Estará en funcionamiento hasta que entre en servicio el nuevo Punto Verde de Barrio del Poblenou de la plaza Julio González, una ubicación que acercará el servicio al vecindario por su proximidad con el Mercado del Poblenou y el eje comercial del barrio.
Compromiso con las energías renovables y la eficiencia energética
En este tipo de infraestructuras, la proximidad entre la fuente de generación de energía y los centros consumidores representa una gran ventaja en el planteamiento de la autosuficiencia energética en los espacios urbanos. Con respecto a los sistemas de uso individual, como calderas o aires acondicionados, estas redes son un 30% más eficientes y permiten ahorrar espacio, inversión inicial y agua y reducen ruidos, vibraciones y costes de mantenimiento.
La red urbana de distribución de calor y frío para calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria contribuye a la estrategia de eficiencia energética de la ciudad, como también lo hacen el impulso de la generación de energía fotovoltaica o la creación de Barcelona Energía.