En una fase posterior, que empezará a partir de finales de septiembre, el muelle se convertirá en una gran plaza de 10.000 metros cuadrados, y el dique de abrigo será un nuevo mirador frente al mar abierto a la práctica deportiva y el paseo. Una vez completadas las obras, esta será la entrada principal del puerto. En esta fase también se desmontará la rampa para vehículos que hay al final de la calle de la Marina, con lo que se eliminará el impacto visual que genera sobre este espacio.
Apuesta por la economía azul y por los servicios náuticos
La intervención en este espacio también permitirá avanzar en la apuesta por la economía azul. En el muelle de Mestral y el dique de abrigo se configurará el primer centro de este ámbito de la ciudad, una actividad comprometida con el desarrollo económico y social y con el respeto a los ecosistemas marinos. En el caso del Puerto Olímpico, se prevé la especialización en actividades y servicios náuticos, economía circular e innovación y tecnología.
Los antiguos locales de ocio nocturno que había en este espacio se convertirán en un polo de empresas y emprendimiento de la economía azul de 2.600 metros cuadrados, que se prevé que genere 250 puestos de trabajo. El espacio se distribuirá en 23 locales que formarán dos grandes bloques de oficinas, situadas a ambos lados del nuevo acceso.
También dispondrá de algunos espacios de uso común, como un salón de actos con capacidad para 150 personas, que podrá utilizar cualquier usuario de las instalaciones portuarias y también estará a disposición de la ciudadanía y del tejido empresarial para hacer actividades. Se prevé que esta reforma se acabe en septiembre del 2023.
El conjunto de las actuaciones, que supondrán una inversión de cerca de 18 millones de euros, forma parte de los ejes estratégicos del nuevo Puerto Olímpico y supone un impulso de cara a la celebración de la Copa América, en el año 2024.