El diagnóstico, elaborado por el Instituto Municipal de Personas con Discapacidad (IMPD), forma parte de la primera fase del Plan de accesibilidad universal de Barcelona 2018-2026, que quiere conseguir una ciudad más amigable para las personas con discapacidad, las personas mayores, los niños y niñas, los bebés y las familias.
En total se han analizado más de 1.100 kilómetros de calles de 69 barrios con 10 parámetros y 170.000 indicadores de accesibilidad. Los diez parámetros que se han examinado son pavimento, pendientes, cambios de nivel, elementos de apoyo y protección, vados, pavimento táctil, obstáculos, anchura de paso, anchura de isletas y plazas reservadas. Además de la vía pública, el estudio incluye también el diagnóstico en el ámbito del transporte público y de los distintos servicios y equipamientos de la ciudad.
El 94 % del pavimento es accesible, así como el 73 % de las pendientes, que tienen un porcentaje igual o inferior al 6 %. Las subidas y bajadas que superan este porcentaje de pendiente están ubicadas en zonas de montaña o colinas, donde hay que seguir colocando elementos de apoyo como barandillas, pasamanos, ascensores o escaleras mecánicas.
El pavimento táctil es uno de los grandes retos de la ciudad. Se trata de un elemento esencial para la orientación y la seguridad en la vía pública de las personas con discapacidad visual. Actualmente está correctamente instalado en el 36 % de los casos, pero en el 10 % de los casos no está bien instalado. Todavía falta instalarlo en el 54 % de los casos.
El transporte es otro ámbito importante con respecto a la accesibilidad. El análisis previo del 2018 que se incluye en el estudio confirma que el 91 % de la red ferroviaria dispone de itinerarios accesibles. Con respecto a la red de metro, 140 de las 154 paradas son accesibles.
Reconocimiento internacional
Barcelona ha obtenido el bronce en el Access City Award 2022, un galardón promovido por la Comisión Europea que reconoce los esfuerzos para mejorar la accesibilidad universal basados en el diagnóstico de los espacios públicos, el transporte y los equipamientos y servicios.
Sin embargo, hay retos que hay que seguir abordando para conseguir una ciudad cien por cien sostenible. Esta es la meta de las fases siguientes del plan: la propuesta de soluciones y la planificación e implantación de las actuaciones.
En esta línea, la Estrategia Barcelona para la accesibilidad universal 2022-2030 establece las bases para planificar las líneas estratégicas de actuación, los sistemas internos y externos de participación y el calendario para integrar la accesibilidad en la manera de hacer de las diversas áreas y distritos y para que esté presente desde el momento inicial de cualquier proyecto para dar cumplimiento a la normativa vigente sobre accesibilidad y evitar actuaciones de corrección posteriores.
Según los últimos datos disponibles, del 2019, en Barcelona viven más de 151.000 personas con alguna discapacidad reconocida, el 9,28 % del total de la población.