Este diciembre se ha incorporado a la flota de autobuses de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) el primer autobús de hidrógeno de última generación, que está previsto que entre en funcionamiento de manera comercial en líneas regulares —después de seguir todo el proceso habitual para darse de alta en la flota, que incluye pruebas sin pasajeros— este 2022.
Es el primero de los ocho autobuses que se prevé añadir a la flota dentro del plan de descarbonización del transporte público, que va encaminado a una nueva movilidad sin emisiones contaminantes.
Esta incorporación va acompañada de la puesta en marcha de la primera planta de hidrógeno verde en España, situada en la Zona Franca, muy cerca de las cocheras de los autobuses. Impulsada por TMB y propiedad de Iberdrola, el objetivo es que sirva para abastecer de hidrógeno verde esta y otras flotas y que tenga un efecto tractor sobre otras industrias del polígono que apuesten por esta nueva tecnología. La intención es consolidar un hub de hidrógeno verde en una de las áreas industriales más importantes del país.
Esta planta tiene una subvención del programa Connecting Europe Facilities for Transport, de la Agencia Ejecutiva Europea de Clima, Infraestructuras y Medio Ambiente (CINEA), y es parte de la Estrategia europea del hidrógeno y la Hoja de ruta del hidrógeno del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.
Emisiones de vapor de agua
Respecto al autobús, solo emite vapor de agua y se abastecerá en la planta de la Zona Franca, requiere unos veinte kilogramos diarios de hidrógeno. En cuanto a las especificaciones técnicas, tiene un tamaño estándar de 12 metros de longitud y tres puertas de acceso, e incorpora una pila de combustible de Toyota de 60 kW de potencia nominal, con cinco tanques de hidrógeno y una capacidad total de 37,5 kilogramos de almacenaje de H2. El vehículo ha sido construido y entregado por la empresa CaetanoBus y corresponde al modelo H2 City Gold HD.