Los cuatro primeros espacios Alimenta, que incluyen cocinas comunitarias y talleres formativos, son:
- Espacio Alimenta Jovent: gestionado por la Fundació Privada Jovent y que da servicio a los barrios del Carmel, la Teixonera y la Vall d’Hebron. Ya en funcionamiento.
- Espacio Alimenta Gregal: gestionado por el Comedor Solidario Gregal, para atender al vecindario del barrio del Besòs i el Maresme.
- Espacio Alimenta Roure: gestionado por la Fundación Roure, empezará a funcionar en octubre y dará cobertura a los barrios del Gòtic y el casco antiguo.
- Espacio Alimenta Norai: gestionado por la cooperativa Impulsem para atender a personas del barrio del Raval. Abrirá en octubre.
El Proyecto Alimenta quiere promover un nuevo modelo de atención social que supere el asistencialismo y que fomente la autonomía personal y la autoorganización en la compra de alimentos —como por ejemplo, la compra colectiva— y en el uso de los Espacios Alimenta para cocinar, comer, cultivarse o educarse, relacionarse y establecer vínculos sociales u orientarse en el ámbito laboral. Además, también trabajará para promover acciones que desestigmaticen situaciones de pobreza económica o habitacionales —como por ejemplo, vivir de realquiler en una habitación sin derecho a cocina— y que luchen contra el despilfarro alimentario y favorezcan el consumo de proximidad.
Una medida de gobierno para la Capital Mundial de la Alimentación Sostenible 2021
La iniciativa forma parte de la Medida de gobierno de innovación social y se inspira en los principios del Acuerdo ciudadano por una Barcelona inclusiva, concretamente los que impulsa la Red por el Xarxa pel Dret a una Alimentació Adequada (XDAA) en Barcelona. Además, entronca con los valores de Barcelona, Capital Mundial de la Alimentación Sostenible 2021, ya que promueve una alimentación buena para la salud de las personas, para el planeta y para la dinamización económica del territorio, basada en productos de proximidad, ecológicos, frescos y de temporada.
Más dispositivos de provisión de alimentos
El proyecto dispone de una inversión inicial de 275.000 euros y suma un recurso más de la ciudad para garantizar el derecho a la alimentación de la ciudadanía. En el año 2020, como consecuencia de la crisis socioeconómica provocada por la COVID-19, el Ayuntamiento multiplicó considerablemente los dispositivos de provisión de alimentos para llegar a casi 50.000 personas, y se distribuyeron más de 28.000 ayudas por valor de 6,46 millones de euros en comparación con las 7.700 ayudas y 1,26 millones de euros del 2019. También se entregaron más de 557.000 comidas a través de los comedores sociales a unas 17.500 personas (+ 16 %). Se distribuyeron más de 430.000 comidas mediante los dispositivos extraordinarios activados a causa de la COVID-19 y se sirvieron 1,2 millones de comidas a domicilio o en compañía. Actualmente las ayudas de emergencia de alimentación triplican las que daban los servicios sociales municipales antes de la pandemia.