La prueba piloto en 6 centros educativos de la ciudad ha servido para corregir una tendencia que se había detectado en la mayoría de centros educativos. En general, ninguna escuela cumplía la frecuencia mensual recomendada de consumo de un máximo de 6 raciones de carne y un mínimo de 6 raciones de proteína vegetal en el segundo plato. Y casi 7 de cada 10 escuelas no ofrecían ninguna proteína vegetal como segundo plato, y 3 de cada 10 no ofrecían proteína vegetal ningún día de la semana.
Las 30 escuelas que se incorporan al proyecto “Comedores escolares más sanos y sostenibles” recibirán el acompañamiento de la ASPB para revisar y mejorar progresivamente los menús con más proteína vegetal y menos carne roja y procesada. Se prevé que el resto de los centros lo hagan durante el curso 2021-2022.
Esta es una de las medidas previstas en la Declaración de emergencia climática en la ciudad y forma parte de la agenda marcada en la designación de Barcelona, este 2021, como capital mundial de la alimentación sostenible, que pide fomentar políticas públicas dirigidas a construir un modelo alimenticio más sano, más justo y más respetuoso con el medio ambiente.
Los hábitos alimenticios
Es necesario recordar que las encuestas de la ASPB muestran que la alimentación de los niños y adolescentes se puede mejorar. El 78 % de los niños de 3 y 4 años y el 42 % de los adolescentes y jóvenes de 13 a 19 años comen carne tres o más veces a la semana, lo cual se considera un consumo excesivo.
Además, el 43 % de los niños de 8 y 9 años toman bollería y el 80 % de los adolescentes toman refrescos por encima de la frecuencia recomendada, más de tres veces al mes; un 80 % no come la cantidad de fruta y verdura recomendada, cinco piezas diarias.