Un plan TAC (tecnología para el aprendizaje y el conocimiento) ofrece pautas para una tarea compleja que requiere un enfoque sistémico, la implicación de todo el equipo docente y el liderazgo del equipo directivo.

Incluir la tecnología en los procesos educativos no puede prever únicamente la faceta tecnológica, sino que implica cambios estratégicos y de planificación en los centros orientados al aspecto educativo, focalizando cómo tiene que aprender el alumnado y en qué medida la tecnología puede ayudar a mejorar los resultados educativos y favorecer la cohesión social. 

Los planes TAC derivan en diferentes propuestas y proyectos en función de las características de los centros. En el distrito de Sant Martí hay 29 centros educativos que elaboran y llevan a cabo diferentes proyectos a partir del uso de las nuevas tecnologías.