A lado y lado de la rambla Prim se extendieron grandes polígonos de viviendas, y los del ámbito de Sant Martí por encima de la rambla Guipúscoa fueron de los más grandes

Mirando a montaña desde la rambla Guipúscoa, a la izquierda de la rambla de Prim se extiende un gran ámbito de viviendas surgidas del Plan de urgencia social que en 1958 dio respuesta al éxodo rural que comportaba la llegada en Barcelona de cada vez más población.

Entonces se programó la construcción de 10.000 viviendas en Sant Martí, que se realizaron en la década de los 60 y transformaron, de cabo a rabo, todo un sector de la ciudad que hasta entonces era de uso agrícola casi en exclusiva.

Población en constante crecimiento

Urbanizar el terreno con la cuadrícula del Pla Cerdà y configurar la rambla Guipúscoa como prolongación de la calle Aragó, hicieron accesible el transporte público e integraron plenamente el barrio en la ciudad. Ayudó mucho la transformación de esta gran vía urbana, hasta entonces dedicada a los vehículos, para convertirlo en un paseo con espacios para las personas, cruces con semáforos y tiendas.

Estos polígonos de viviendas no destacaban ni por la calidad constructiva ni por la dotación de servicios mínimos, aspectos que se fueron resolviendo una vez llegada la democracia impulsados por las decididas reivindicaciones del vecindario organizado.

La inmigración y la acogida

Primero desde el resto de Cataluña y después desde el resto del estado, a mediados del siglo pasado llegaba a Barcelona cada vez más población que necesitaba alojamiento. La urgencia encontró la solución en la construcción de polígonos de viviendas, que no siempre se realizaron con el cuidado y el metodismo que habrían sido deseables.