Se trata de una estrategia educativa para la convivencia escolar, que fue diseñada inicialmente como una medida práctica contra la violencia y el acoso escolar. Tiene carácter institucional e implica a toda la comunidad educativa. Su objetivo principal es la integración escolar a través del trabajo por una cultura de la escuela inclusiva y la no violencia y el fomento de relaciones entre iguales satisfactorias. Los nuevos alumnos de primero de secundaria ven favorecida su autoestima, compensando el desequilibrio de poder y fuerzas.  

Los alumnos de tercero de ESO son tutores, de manera voluntaria, de los alumnos de primer curso que acaban de llegar al centro. Los tutores reciben formación específica por parte del coordinador del programa sobre las características generales de la tutoría y la relación que tiene con la convivencia y el acoso escolar. Las tutorías están incluidas en el currículum del alumno de segundo ciclo de secundaria y, por lo tanto, son evaluables.  

Por experiencias en otros países y centros educativos, se valora muy positivamente la participación activa de los iguales en todo proyecto de convivencia de un centro. Se ha podido observar cómo entre iguales se tratan temas diversos relacionados con la convivencia y la adaptación al centro. Este proyecto ayuda a que la comunidad educativa conciencie de la necesidad de implicarse en la convivencia y facilitar la información, la formación y el apoyo para que los alumnos puedan desarrollarse en este nuevo entorno. 

En este caso, el Distrito de Sant Martí ofrece la formación a los maestros de los centros que quieren implantar el proyecto.