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Control ético de las palomas en Barcelona

Cuando la densidad de palomas en una ciudad supera el número considerado tolerable (una media de entre 300 y 400 palomas/km2, aunque puede variar según las características de la ciudad), es necesario establecer medidas para controlar su población.

La sobrepoblación de palomas, como es el caso de la ciudad de Barcelona, según los últimos censos con unos 85.000 ejemplares en el área urbana, puede llegar a ser un problema de salud pública, puesto que algunas aves pueden padecer enfermedades o ser portadoras de agentes patógenos que se transmiten al hombre (zoonosis).

Asimismo, las palomas degradan el patrimonio arquitectónico, el mobiliario urbano y la vegetación. También ocasionan problemas en los lugares de almacenamiento de grano y en los jardines (detectan las semillas recién plantadas y se las comen). En algunas zonas, cuando los cultivos están muy cerca de las ciudades, pueden ocasionar problemas en la agricultura, ya que algunas aves se desplazan a estos lugares para alimentarse.

En las zonas más afectadas por la presencia de palomas se produce, en su entorno, una habituación de los ciudadanos hacia esta situación, que conduce a una disminución de la percepción del riesgo y del número de incidencias comunicadas a las autoridades, lo que dificulta la cuantificación de su presencia y el impacto real de las aves en estas áreas.

Debemos tener en cuenta que las palomas, cuando su control es correcto (población adecuada, ubicación idónea y estado de salud bueno) constituyen un valor añadido a la belleza de cualquier ciudad. Sus vuelos y arrullos adornan las plazas y jardines y son motivo de distracción para los niños y de sosiego para los mayores.

Las palomas, como los perros y los gatos, no han invadido las ciudades, hemos sido sus habitantes los que, en un momento u otro, hemos propiciado que vivan entre nosotros.

La paloma

La paloma bravía (Columba livia) es el ancestro silvestre de la paloma semidoméstica (Columba livia var. domestica).

Control ético de palomas urbanas mediante la utilización de nicarbacina

El Ayuntamiento de Barcelona, a través del Servicio de Ecopatología de Fauna Salvaje (SEFaS), pretende dar respuesta al problema de la gestión de palomas en el área urbana de Barcelona mediante el suministro de granos de maíz con nicarbacina para controlar su reproducción en el área urbana.

El producto: la nicarbacina

La nicarbacina para el control de la población de palomas urbanas se comercializa junto con granos de maíz y recubierta de una silicona alimenticia para que la nicarbacina permanezca sobre el maíz aunque se manipule o humedezca.

¿Qué puedo hacer como ciudadano?

Los estudios realizados concluyen que la disponibilidad de alimento es el factor que mejor explica la presencia de palomas en un lugar determinado y, en concreto, la figura del alimentador es la que provoca este hecho.

 

Preguntas frecuentes

Documento elaborado en colaboración con el Servicio de Ecopatología de Fauna Salvaje (SEFaS) de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).