Exposición: "40 años de ayuntamientos democráticos"
Cultura se escribe con "C" de calle
El nuevo curso democrático dio paso al estallido de la cultura popular y a la reapropiación de las calles y plazas. La presidenta del Distrito de Gràcia, Francesca Masgoret, aspiraba a sacar la cultura a la calle, un objetivo que simbolizaba el cambio de época. Al fin y al cabo, hacer cultura en el espacio público significaba convertir la ciudad en un entorno más democrático. Las iniciativas culturales de los consejos municipales de distrito reflejaron aquella Barcelona que recuperaba, en pleno derecho, el espacio público.
El Distrito de Gràcia reafirmó su carácter plenamente popular con las fiestas mayores, la reavivación de las calles adornadas, los nuevos gigantes, el nuevo Drac… y toda la actividad cívico-popular que llenó las calles de cultura, porque “cultura se escribe con c de calle”.
La presidenta del Distrito, Francesca Masgoret, afirmaba que los movimientos sociales urbanos habían recuperado la calle y la plaza como lugar de fiesta. En 1981, el Consejo Municipal del Distrito de Gràcia invirtió más de 2 millones de pesetas en la fiesta mayor más concurrida de los últimos 30 años.
Los carnavales, los bailes populares y los castellers pasaron a convivir con los nuevos gigantes y el nuevo Drac, al mismo tiempo se ampliaban las calles adornadas en la fiesta mayor. Incluso las festividades religiosas, como la de Sant Medir, que había convivido con todos los regímenes políticos, adquirieron una nueva significación. En el año 1980 se celebró su 150.° aniversario con un gran despliegue que integró a las nuevas autoridades municipales del Distrito.