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Exposición: "40 años de ayuntamientos democráticos"

La cultura en la calle: fiestas de barrio

Con la apertura de un nuevo curso democrático se produjo una reapropiación popular de las calles. Lejos quedaban los años en los que el franquismo se atribuía su uso exclusivo. La recuperación del espacio público se vivió como una liberación y afloraron numerosas iniciativas que reflejaban el espíritu de los nuevos tiempos.

La nueva cultura democrática tenía su elemento fundamental en la calle. Al fin y al cabo, hacer cultura en el espacio público significaba convertir la ciudad en un entorno más democrático.

La Fiesta Mayor de Sants habían ido perdiendo una centralidad que el Consejo del Distrito se propuso reimpulsar.

Los movimientos sociales habían contribuido a recuperar plazas y calles, de las cuales ahora se podía disponer como lugares de fiesta. En un contexto de ahogo económico del Ayuntamiento y de enormes carencias urbanísticas a nivel de ciudad, el gasto público en cultura popular fue modesto, pero no insignificante. El Ayuntamiento se limitaba a coordinar y subvencionar actos que durante la primera legislatura fueron modestos, mientras que la organización de las fiestas recaía sobre los propios vecinos y vecinas. La cultura estaba en la calle. Incluso la fiesta de Sant Medir adquirió una nueva significación.