Exposición: "40 años de ayuntamientos democráticos"

Más de 1,4 millones de electores fueron llamados a las urnas en las elecciones municipales de Barcelona, de los cuales votaron poco más de la mitad (el 54 %).

Las encuestas preelectorales no dejaban lugar a dudas: los socialistas se alzarían como primera fuerza, puesto que ya lo habían hecho en todas las elecciones anteriores. Lo que ninguna encuesta llegó a acertar fue la fuerza con la que entrarían los comunistas, que, de cuarto partido que vaticinaban, pasarían a ser el segundo.

Aunque con una participación por debajo de lo que se esperaba, las urnas acabaron de la noche a la mañana con cuarenta años de ayuntamientos franquistas y abrieron una etapa de cambios profundos a nivel de ciudad.

Con el 34 % de los votos emitidos, el PSC obtuvo 16 de los 43 asientos en la Casa Gran. Le siguieron los comunistas del PSUC, que, con casi el 19 % del sufragio, consiguieron 9 concejales. La coalición nacionalista de CiU logró sus mejores resultados hasta el momento en Barcelona, con 8 concejales y el 18,5 % de los votos. Muy por debajo de sus expectativas, los CC-UCD quedaron relegados a la cuarta posición, con 8 concejales y únicamente el 16,7 % del sufragio. Por su parte, ERC consiguió su objetivo de superar el mínimo y obtuvo el 5,2 % de los votos, un resultado que le concedió 2 concejales en el Consistorio.