La articulación urbana
La segregación física de Nou Barris respecto al resto de Barcelona era un hecho en el ámbito social, cultural y también urbanístico. La falta de transportes públicos que lo conectaran en un plano de igualdad con el resto de la ciudad hizo que la llegada del metro fuera uno de los objetivos prioritarios del nuevo ayuntamiento democrático.
En 1982 se multiplicó por 400 el presupuesto destinado a la ampliación del metro. La remodelación de la estación de Virrei Amat se realizó en aquel momento, así como la apertura de la parada de Roquetes.
Después de años de reivindicaciones, unas dos mil personas asistieron al acto de inauguración de la estación de Roquetes. Aprovechando la presencia del alcalde, Narcís Serra, y del presidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol, las personas reunidas reivindicaron la finalización de las obras pendientes del vestíbulo y que se nivelara el acceso desde la calle.
La ampliación del metro en la zona de Nou Barris fue una de las grandes reivindicaciones de las asociaciones de vecinos y vecinas del distrito. También los barrios de origen humilde y tradición obrera reclamaban servicios de transporte públicos y dignos (autor: Kim Manresa, Archivo Histórico de Roquetes-Nou Barris).
Inauguración del tramo Guinardó-Roquetes de la L4 del metro el 19 de abril de 1982. Al acto asistieron el presidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol; el consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Josep Maria Cullell; la presidenta de Transportes Metropolitanos de Barcelona y concejala del Ayuntamiento de Barcelona, Mercè Sala, y el alcalde, Narcís Serra (autor desconocido, AMDNB).
El acto inaugural se inició en la estación de Roquetes, donde las autoridades cortaron la cinta y subieron a un convoy especial desde el cual recorrieron este nuevo trayecto. Este nuevo tramo supuso una ampliación de la red de metro urbano de más de 3 kilómetros e incluía las estaciones de Maragall, Llucmajor y Roquetes (autor desconocido, AMDNB).