IMI

Barcelona da un paso adelante en innovación. El Instituto Municipal de Informática (IMI) se convierte en Barcelona Innovación y Tecnología (BIT), un organismo que quiere situar la ciudad al frente de la transformación digital. El cambio, presentado en una jornada con más de 300 profesionales del sector TIC, simboliza una apuesta clara por la colaboración público-privada y por la construcción de la Barcelona del futuro.

El teniente de alcaldía de Economía, Vivienda, Hacienda y Turismo, Jordi Valls, y el gerente del organismo, Emili Rubió, explicaron la transformación en una jornada celebrada en el campus Ciutadella de la UPF. Delante de más de 300 asistentes, con la participación de cerca de 180 empresas diferentes, Valls destacó: «El cambio de nombre no es casual. Simboliza lo que sois y el que estáis llamados a ser: el motor de la transformación digital de la ciudad.» Según Valls, esta apuesta municipal no sería posible sin la colaboración con el sector privado, una «parte fundamental del proyecto digital de la ciudad».

El cambio todavía tiene que ser aprobado por el Plenario del Consejo Municipal, aunque ya recibió el visto bueno a la Comisión de Economía y Hacienda y ha superado el periodo de exposición pública sin recibir ninguna alegación. Los cambios, sin embargo, irán mucho más allá del nombre y está prevista igualmente una actualización profunda de los estatutos de este organismo autónomo del Ayuntamiento de Barcelona para adaptarse a los nuevos tiempos y situarse al frente de la innovación en el campo de la informática y la tecnología dentro de las administraciones locales.

El nuevo BIT supondrá la duplicación del presupuesto del organismo, que pasará de los 63 millones de euros de presupuesto que tenía el año 2021 a los 113 millones de euros previstos por el próximo año. El objetivo, sin embargo, es llegar a los 130 millones con el fin de situarse en un 3,5% del presupuesto municipal, la cuando cosa situaría Barcelona próxima al nivel de capitales tecnológicas mundiales como pueden ser Londres o Seattle.

Además, para acompañar este cambio, la plantilla del BIT se incrementará en cerca del 30%, al pasar de 230 profesionales el año 2022 hasta 260 profesionales actuales y los 300 previstos por el año 2030.

Un nuevo organigrama que amplía el número de direcciones no es sólo un cambio estructural: es el reflejo de un compromiso compartido por todas las direcciones. Durante la segunda parte de la jornada, cinco directivos del Instituto: Patricia Moreno, Toni Solé, David Esteban, Enric Biosca e Isabel Escorza explicaron cómo su área contribuirá a hacer del BIT el motor de la transformación digital de Barcelona:

– Innovación tecnológica: impulsar la inteligencia artificial con garantías éticas, plataformas digitales, tecnologías cloud, tecnología en el espacio público y conectividad adelantada – Ciberseguridad: crear un ecosistema robusto para proteger servicios críticos y reforzar la confianza ciudadana – Gestión del dato: convertir el dato en un activo estratégico, a disposición de todo el Ayuntamiento y la ciudadanía – Nuevo modelo de relación: Impulsar una colaboración más próxima con las áreas del Ayuntamiento, integrando equipos para afrontar retos y generar nuevas oportunidades El Ayuntamiento de Barcelona, de hecho, fue la primera administración pública del ámbito local a crear un instituto dedicado exclusivamente al ámbito informático, el año 1990. Con el nuevo cambio, el consistorio aspira a situarse nuevamente en una situación puntera con respecto a la innovación entre el conjunto de ciudades del mundo.