Pocos elementos hay en la ciudad que identifican más a Barcelona que la fuente de Canaletes, y en Vía Trajana hay una en el área verde que hace de punto de encuentro en el barrio

Técnicamente, la fuente de Canaletes es una fuente farola, pero emocionalmente hablando es mucho más que un servicio público que ofrece agua y luz. Nada más ser instalada la primera ya se convirtió en un elemento idiosincrático, y rápidamente se pusieron en otros barrios de la ciudad.

Al principio fueron una veintena, y a lo largo de los años mientras algunas desaparecían, surgían otras. Actualmente, en la ciudad hay diecisiete, una de ellas la que se puso en Vía Trajana al edificar las viviendas.

Un diseño romántico, y exitoso

En el siglo XIX hubo que generar fuentes en una Barcelona que no paraba de crecer, y entonces se configuraban como pequeños monumentos ornamentales en la vía pública. La de las Ramblas sustituía a una vieja fuente que conducía el agua a un abrevadero a través de unas canaletas que le daban un nombre que heredó la nueva.

El diseño actual, de 1889, es de Pere Falqués. Se trata de un tallo de hierro fundido coronado por una farola de cuatro luces con cuatro grifos de latón en la base y un bebedero para perros a ras del suelo. A la altura de los ojos i sobre cada grifo, un escudo de Barcelona brillantemente coloreado y adornado por una cenefa vegetal.

Fiesta líquida, identidad de hierro

El entorno de la rambla de Canaletes se ha hecho famoso internacionalmente por las celebraciones de los títulos de todas las secciones del Fútbol Club Barcelona, y tanto es así que en todo el país y el mundo donde hay una fuente de Canaletes (y son casi cincuenta!), la afición local también las convierte en el epicentro de la fiesta y de la alegría.