Centenares de fotografías del vecindario construyen una única imagen que muestra cómo eran las viviendas originales del barrio

Durante el confinamiento de la Covid-19, en toda Barcelona surgieron todo tipo de colectivos ciudadanos que cubrían las necesidades del vecindario con dificultades. Los vínculos generados entonces consolidó la Xarxa de Suport Mutu de la Vía Trajana, promotora de esta mural participativo.

Técnicamente se trata de un collage. Lo forman 2.000 fotografías que componen la imagen de un conjunto de viviendas con un patio compartido central, la configuración típica de los edificios que se construyeron en los años cincuenta del siglo pasado. Actualmente no queda ninguno, dado que las deficiencias constructivas que les afectaban obligaron a sustituirlos.

Todo el mundo se ve identificado

El mural está en la pared exterior del Casal Infantil El Drac, una posición central que hace que muchas personas se detengan para contemplar cada imagen y comentar la historia que contienen, generando, de nuevo, el espíritu de comunidad.

Las fotografías provienen en su mayoría (unas 1500) del ámbito privado, mientras que el resto (unas 500) son retratos hechos expresamente para la obra. La coordinación de la elaboración fue a cargo del colectivo artístico La Matrioska, situado en una de las naves del barrio.

El barrio antes y, sobretodo, ahora

El mural, que en conjunto muestra cómo eran las viviendas primigéneas del barrio, está elaborado con 2.000 fotografías cedidas en su mayoría por el propio vecindario en una iniciativa que hace patente que un proyecto artístico puede, por un lado, implicar y unir a todo un barrio, y por otro, dar un nuevo significado a los espacios públicos.