Desde el centro, se puede observar cómo la ciudad se levanta cada mañana siguiendo vías urbanas tan relevantes como la avenida Diagonal, la rambla Prim y el paseo Taulat

Por su geolocalización en el mapa de Barcelona, podría ser que éste fuera uno de los primeros puntos de la ciudad en recibir los rayos del sol absolutamente todas y cada una de las mañanas. Al menos, a ras del suelo y en un terreno no ganado al mar.

El levante de Barcelona, solar y urbano

Podría ser que no fuera el primer punto de la ciudad en recibir el sol cada mañana, pero desde el centro sí se puede obtener la sensación de que es ahí donde nace la ciudad. Y es que el urbanismo de Cerdà hace que aquí nazcan vías tan relevantes como la avenida Diagonal para huir hacia poniente atravesando la ciudad de cabo a rabo, la rambla de Prim, que sube orgullosa hacia Collserola desde este ámbito, y de la av. Eduard Maristany y del paseo del Taulat, que siguen el litoral hacia Sant Adrià y hacia la Barceloneta respectivamente.

Un epicentro geográfico desde donde cada mañana no se levanta sólo el sol, sino también toda la activa vida ciudadana.

Levante surrealista

Dalí decía que desde Portlligat él era la primera persona de la península ibérica en ver el sol cada día. De hecho, instaló en la ventana de la habitación un espejo con el ángulo justo para que el primer rayo del sol de cada mañana le deslumbrara en la cama, y con este pequeño truco, es muy probable que en ese extremo del Cap de Creus consiguiera este reto realmente extraordinario.