Desde su fundación hace mucho más de un siglo, el Museo de Ciencias Naturales de Barcelona ha atesorado a millones de elementos primordiales que ahora se exhiben en el Edificio Fórum

La sede principal del Museo de Ciencias Naturales de Barcelona está, desde el 2011, en el Edificio Fòrum, una obra inconfundible con la que los arquitectos Herzog y De Meuron dotaron a Barcelona de un elemento icónico del Fòrum de las Culturas de 2004.

Incorporado al inventario de Patrimonio Arquitectónico de Cataluña, sus 25 metros de altura se alzan sobre una planta triangular de 180 metros de lado que sigue las pautas de las calles que confluyen allí. Las salas de exposiciones ocupan 5.000 metros cuadrados, mientras que el Auditori Forum, puede acoger a 3.000 personas y está conectado con un paso subterráneo con el Centro de Convenciones Internacional.

Lo más perturbador del edificio es su aparente flotabilidad, y la piel que lo cubre, de un azul intensísimo, lo identifica con el mar que tiene justo al lado.

Espacio histórico

El edificio se alza dónde estaba el Camp de la Bota, un espacio de memoria funesta como campo de fusilamiento que, al desaparecer en 1960, dejó paso a una zona industrial. En 2001 el suelo estaba calificado de “terreno vago”, lo que pone de manifiesto la poca idoneidad urbana, pero en tres años se convirtió en el barrio que apuntaba la Barcelona del siglo XXI.

Más de un siglo de ciencias

La historia del Museo de Ciencias de Barcelona es mucho más que centenaria. La sede histórica estaba en el Castell dels Tres Dragons, uno de los edificios más significativos del parque de la Ciutadella, y a lo largo de estos años ha documentado más de tres millones de elementos de gran valor en zoología, geología y botánica que exhibe en tres sedes, la principal, en el Fòrum.