El programa “Dones amunt” (‘mujeres arriba’) nació con la finalidad de ofrecer un conjunto de recursos a mujeres que se encontraran en situación de precariedad, tanto laboral como emocional, para trabajar la autoestima, la capacidad de decisión y el perfil profesional y formativo, con el objetivo final de reducir la vulnerabilidad y dotarlas de herramientas propias para transformar su vida.
La finalización de la segunda promoción consolida este programa integral que tiene una duración de nueve meses y que se articula en 28 sesiones grupales y 9 individuales.
Indicadores de la segunda promoción de “Dones amunt”
El apoyo emocional es clave para reforzar la autoestima de las mujeres y cambiar dinámicas sociales y personales que aumentan la vulnerabilidad. De las 75 participantes, 63 manifiestan que han mejorado sus relaciones sociales, más del 74 % ha empezado a dedicarse más tiempo a ellas mismas y 45 mujeres se han vinculado o han reforzado sus vínculos con algún recurso de su barrio.
A lo largo del programa también se ha detectado que 47 de las mujeres participantes sufrían o habían sufrido violencia machista, 44 de las cuales todavía la estaban viviendo. El trabajo por reconocer este tipo de violencia ha sido fundamental ya que, inicialmente, más de la mitad no la identificaba. De las 44 mujeres, casi el 55 % ha iniciado acciones para dar respuesta a su situación, como la búsqueda de apoyo psicológico o jurídico o la separación emocional del agresor.
La inserción laboral es otro de los aspectos que incluye el programa, ya que una mayor independencia económica favorece no solo el bienestar, sino también la autonomía y la capacidad de decisión de las mujeres. Al final del proyecto, el 66 % de las mujeres ha pasado de no tener ningún ingreso a tener ingresos propios, se ha reducido en un 36 % el número de mujeres que no tenían trabajo, casi un 43 % ha mejorado su situación laboral y 13 mujeres han iniciado un proceso de emprendimiento.
El impulso al empleo de las participantes de “Dones amunt” también se ha abordado desde la vertiente formativa y administrativa, de manera que se ha mejorado la capacitación de las mujeres y el acceso a recursos y entidades de barrio y a asesoramiento legal. El 46 % de las mujeres ha iniciado cursos de idiomas, de informática, de habilitación o formación profesional, y el 33 % ha iniciado acciones para mejorar su situación administrativa.