El tráfico, las grandes infraestructuras de transporte, las actividades de ocio, las zonas comerciales y las actividades industriales son las principales fuentes de ruido que generan molestias a los ciudadanos e influyen en muchos casos en su salud y calidad de vida. Pero cada uno de nosotros, en casa y en la calle, también podemos generar sonidos y ruidos que, si bien nos puede parecer que no causan ningún tipo de molestia, pueden ser un estorbo para los vecinos y vecinas.
¿Cómo puedes contribuir?
En casa o en el trabajo:
- Insonoriza los espacios de casa donde hagas alguna actividad ruidosa (máquinas de coser, instrumentos musicales…).
- Distribuye los espacios de la vivienda de manera que los espacios de descanso queden más aislados del ruido.
- Haz las obras de la manera menos ruidosa posible y fuera de los horarios de descanso.
- Instala adecuadamente los aparatos más ruidosos (el de aire acondicionado, por ejemplo) para reducir el impacto acústico y mantenlos en buen estado para evitar que hagan demasiado ruido.
- Evita los portazos y los golpes de objetos contra el suelo o las paredes de casa.
- Educa a los animales domésticos para que sus ruidos no ocasionen molestias al vecindario.
- Ten cuidado a la hora de organizar fiestas privadas y populares a fin de que no afecten al descanso de los vecinos y vecinas.
- Utiliza los aparatos y altavoces de radio, televisión y música a volúmenes que no estorben la tranquilidad de los vecinos.
- Ve con cuidado a la hora de hacer uso de algunos electrodomésticos en horario de descanso nocturno.
En la calle:
- Conduce pacíficamente y evita acelerones innecesarios.
- Utiliza el claxon solo cuando esté del todo justificado.
- Mantén en buen estado los vehículos y controla su nivel de ruido.
- Si conduces una motocicleta, revisa el tubo de escape y evita dar acelerones bruscos.
- Utiliza en el vehículo siempre elementos mecánicos homologados dentro de la normativa de circulación vigente.