Las zonas de riesgo del mapa de los espacios públicos de la ciudad donde los mosquitos pueden suponer un problema aumentan de 66 a 81. El incremento lo ha registrado la Agencia de Salud Pública de Barcelona, que cada año identifica las áreas de más concentración de estos insectos. El objetivo principal es identificar los puntos de cría, sobre todo del mosquito tigre, por la posible transmisión de enfermedades importadas.
La distribución territorial de las zonas presenta desigualdades notables. Así, en el distrito de Sants-Montjuïc se localizan hasta 19 puntos de riesgo, casi una cuarta parte del total de la ciudad, lo que contrasta con las cifras de Gracia y Les Corts, donde solo se han registrado 3. Ahora bien, el distrito donde hay un volumen más elevado de metros cuadrados afectados es el de Horta-Guinardó, donde se registra un 38 % del total de la ciudad. El área contigua más grande también está en este distrito, y afecta a buena parte del barrio de Horta.
El abordaje de la ASPB también incorpora la distribución territorial, y este año se amplían las zonas de vigilancia a las áreas de rentas bajas de la ciudad, teniendo en cuenta las desigualdades sociales con respecto a la salud.
Si se detecta algún caso en la vía pública, se puede notificar a través de los canales de comunicación ciudadana.
La implicación de la ciudadanía para las labores de prevención también es clave, ya que la mayoría de los focos de cría de mosquitos se encuentran en las propiedades privadas.