El presupuesto responde a los objetivos de mandato del nuevo Gobierno, que se concretan en cinco ejes:
- Una ciudad de prosperidad y ordenada, donde vivir y convivir,
- referente de la lucha contra el cambio climático,
- motor de oportunidades y del cambio tecnológico,
- de escala humana, creativa, abierta y feminista,
- y con un liderazgo próximo y participativo.
En la elaboración se ha buscado mantener la estabilidad y la solvencia económica de la ciudad sin incrementar la presión fiscal a la ciudadanía. Los ingresos corrientes crecen 314 millones de euros, gracias a la liquidación definitiva de la participación en los ingresos del Estado y el incremento de la recaudación del recargo municipal y del impuesto de estancias en establecimientos turísticos (IEET), sobre todo, en las viviendas de uso turístico y los cruceros de corta estancia.
Por eso se ha fijado como objetivo incrementar el ahorro bruto y se ha previsto destinar un 17 % de los ingresos corrientes a inversiones. El endeudamiento se mantiene estable y se sitúa en torno al 32 % de los ingresos corrientes. El pago a proveedores continúa muy por debajo de los 30 días de máximo que marca la ley y está en torno a los 20.
Se prevé un incremento notable de la inversión municipal y un incremento contenido del gasto corriente, que prioriza la atención social, la vivienda, el transporte público, la seguridad y el orden del espacio público.
Más gasto corriente destinado a la ciudadanía
Se prevé un crecimiento contenido del gasto corriente del 4,3 %, hasta llegar a 2.868,2 millones de euros, con prioridad de los bienes y servicios públicos que se prestan a la ciudadanía para garantizar el bienestar y no dejar a nadie atrás.
Las políticas con más gasto corriente son servicios sociales y promoción social (440,2 M€), bienestar comunitario (419 M€), para el arreglo y el cuidado del espacio público (recogida, limpieza, alcantarillado, etc.), y la política de seguridad y prevención (396 M€). También aumenta un 4,46 % la apuesta por los barrios (372,5 M€).
Más inversión centrada en la vivienda pública
Las inversiones en la ciudad llegan a los 905 millones de euros, repartidos entre los 777,6 millones de euros propios del Ayuntamiento, que es la cifra más elevada de los últimos 15 años, y los 127,3 millones de euros de las actuaciones que se harán a través de BSM y del Instituto Municipal de la Vivienda y Rehabilitación de Barcelona (IMHAB). La política prioritaria será la construcción y ampliación del parque público de vivienda, con 152,7 millones de euros de inversión.
Los grandes proyectos estratégicos de transformación de la ciudad tienen una translación económica en el presupuesto del 2024. Es el caso de La Rambla, donde se han previsto 8 millones de euros de los 48 que se destinarán durante todo el mandato, o los primeros 5 millones de euros para la cobertura de la ronda de Dalt, de los 33 previstos, que se inyectarán entre el 2024 y el 2027.
En el caso del Plan de barrios y cumpliendo los compromisos asumidos, se ha previsto una inversión de 30 millones de euros en el año 2024, y también hay 76 millones de euros destinados a mantenimiento e inversión en los distritos. Además, se invertirán 13,6 millones de euros en el primer año del Plan de climatización de las escuelas, que prevé cerca de 100 millones de euros hasta el 2029, que se financiarán con parte de los ingresos provenientes de la fiscalidad turística.
En la ejecución de las obras ya adjudicadas en el 2023 se invertirán 384,2 millones de euros: 20 para el Mercado de Horta, 6,2 para el de la Abaceria y 7,7 para el de Montserrat; 17,6 para hacer la tercera fase del colector de aguas pluviales en la calle de Vila i Vilà; 8,1 para el Túnel de la Rovira; 15,3 para centros educativos, y 1,3 para acabar la Biblioteca de Sarrià. También están previstos 13,6 millones de euros para continuar las obras en curso en la Vía Laietana y 11,6 para llevar a cabo la transformación de la ronda de Sant Antoni.
El presupuesto también prevé invertir 1,3 millones de euros en promoción económica, para acompañar el desarrollo de nuevas empresas.
Ordenanzas fiscales del 2024
Se mantiene como objetivo principal no incrementar la presión fiscal a la ciudadanía. Además, se introducen más facilidades para el fraccionamiento y aplazamiento de los tributos municipales, se simplifican y mejoran las bonificaciones ambientales y hay varias bonificaciones nuevas del IAE para atraer empresas que innovan y apuestan por el conocimiento.
Se avanza en la fiscalidad de las actividades turísticas que tienen menos retorno social y más impacto en el uso intensivo del espacio público, como las embarcaciones de cruceros con escala de menos de 12 horas y las viviendas de uso turístico, que pasan de los 3,25 euros que prevé el recargo municipal a los 4 euros a partir del 1 de abril de 2024. Si se aprueba, el conjunto de la fiscalidad asociada a la actividad turística pasaría a ser el tercer ingreso propio del Ayuntamiento, con una recaudación total estimada de 95 millones de euros.
En la Ordenanza de terrazas desaparece la bonificación del 75 % de la tasa que se introdujo como medida extraordinaria para favorecer la actividad económica de la restauración, aprobada en el 2020, en el contexto de excepcionalidad por la COVID-19. Se propone introducir una nueva escalada progresiva de la tasa según el número de mesas de cada terraza.
Diálogo para un presupuesto consensuado
La propuesta de presupuesto para el 2024 se ha compartido con los grupos municipales en las rondas de conversaciones que se han producido en las últimas semanas y se llevará a la Comisión de Economía y Hacienda del mes de octubre. Entonces empezará el diálogo para la aprobación definitiva, a finales de año.