El mural está en el escenario de los fusilamientos llevados a cabo por la represión franquista, y contiene los nombres de las personas que murieron en defensa de la república

El 26 de enero de 1939, y después de tres años de guerra en defensa de la segunda república y las instituciones catalanas, la ciudad de Barcelona fue ocupada por las tropas franquistas y las de sus aliados de la Alemania nazi y la Italia fascista.

Desde 1939 aquí se ejecutaron más de 1.700 personas, y el ensañamiento no terminó hasta 1952, un momento en que el Estado debía mejorar la imagen internacional. La operación de propaganda se inició con el Congreso Eucarístico de 1952 y prosiguió con el reconocimiento del régimen franquista por la UNESCO a finales del mismo año. El campo de fusilamiento cerró, pero la represión siguió incluso con asesinatos y ejecuciones. Los últimos fueron en septiembre de 1975.

Obra artística, y recuerdo ciudadano

El Parapeto de las Ejecutadas y los Ejecutados es una obra de Francesc Abad de 55 metros de largo y 3 de altura que se instaló en 2019 con motivo del 80 aniversario del inicio de las ejecuciones. Contiene los nombres de cada una de las 1.706 personas de las que se tiene constancia que cayeron en nombre de la república y a manos del franquismo, según la documentación extraída de los consejos de guerra sumarísimos.

Tiros de práctica, tiros certeros

La elección de este espacio como campo de fusilamientos no fue casual, dado que el franquismo utilizó el parapeto que décadas antes era la diana en las prácticas del campo de tiro de la Escuela de Artillería del desaparecido Castillo de las Cuatro Torres. Era un muro de hormigón, como una escollera, dentro del mar y junto a la arena, que la construcción del Fòrum hizo desaparecer por completo.