Entrevista a Arnau Monterde
31/07/2024 - 14:20
En esta entrevista, publicada originalmente en la web de Eurocities, nos habla del evento, y nos explica por qué la innovación democrática es tan importante.
¿Podrías explicarnos qué es la innovación democrática?
Cuando hablamos de innovación democrática, nos referimos al diseño y la aplicación de nuevas prácticas, métodos y tecnologías para mejorar el funcionamiento de la democracia. Esta innovación busca aumentar la participación ciudadana, mejorar la transparencia, reforzar la confianza en las instituciones democráticas y hacerlas más accesibles a toda la ciudadanía.
La innovación democrática conlleva la cocreación de programas a largo plazo que transformen la sociedad. Por ejemplo, iniciativas como la Capital Europea de la Democracia (ECoD) se centran en crear un marco público de referencia y en fomentar el debate público sobre la democracia y sus retos actuales. Esto se consigue fomentando una red de ciudades que compartan experiencias de éxito y trabajen conjuntamente para mejorar nuestras democracias con la participación activa de la ciudadanía y la sociedad civil.
La innovación democrática conlleva la cocreación de programas a largo plazo que transformen la sociedad y mejoren la cultura democrática y la democracia en conjunto.
¿Por qué es importante potenciar la participación de la ciudadanía y desarrollar enfoques innovadores de la democracia? ¿Cómo puede ayudar esto a hacer frente a los retos a los que se enfrentan nuestras ciudades?
Potenciar la participación ciudadana y desarrollar enfoques innovadores de la democracia es fundamental porque las ciudades son las administraciones más cercanas a la ciudadanía y tienen un papel fundamental en la gestión de los asuntos públicos. Esta proximidad permite la participación directa en la cocreación de políticas públicas, así como la puesta en marcha de proyectos concretos en colaboración con la ciudadanía.
Las ciudades y sus gentes tienen la experiencia, los conocimientos y las capacidades para imaginar y construir conjuntamente las ciudades del presente y del futuro, y hacerlas así más habitables, sostenibles, justas y democráticas. Mediante la participación ciudadana, es posible abordar los retos más prioritarios como la transformación urbana, la desigualdad, el cambio climático, la vivienda, los servicios públicos o las políticas digitales.
Esta colaboración entre ciudades y ciudadanía contribuye a una gobernanza más abierta y a una cultura de la corresponsabilidad, capaz de hacer frente a los problemas actuales y futuros de una manera sostenible e integradora.
Si no seguimos innovando en nuestros enfoques democráticos, ¿qué consecuencias podemos tener?
En primer lugar, podríamos presenciar una disminución de la confianza de la ciudadanía hacia las instituciones democráticas, lo que provocaría una mayor insatisfacción y polarización social. Además, sin innovación democrática, las ciudades podrían tener dificultades para tratar con eficacia los retos actuales como la desigualdad, el cambio climático y la transformación digital.
Innovar no es solo hacer cosas nuevas, sino que también implica recuperar la memoria y las costumbres de las personas para imaginar futuros deseables. La falta de innovación también podría limitar la capacidad de las ciudades para implicar a la ciudadanía en la cocreación de políticas públicas, lo que podría dar lugar a soluciones que no estén al servicio del conjunto de la población ni de los intereses comunes.
En resumen, la falta de innovación democrática podría debilitar el sistema democrático y volverlo menos resistente y adaptable a los cambios y retos del mundo moderno.
¿Qué acciones democráticas innovadoras se están llevando a cabo en la ciudad de Barcelona para potenciar la participación ciudadana?
Entre las iniciativas más destacadas que se están llevando a cabo actualmente en Barcelona encontramos los presupuestos participativos, que permiten a la ciudadanía decidir sobre una parte del presupuesto municipal.
Además, Barcelona ha puesto en marcha varias asambleas ciudadanas seleccionadas aleatoriamente, como la asamblea deliberativa para jóvenes, donde las personas participantes escogidas pueden debatir y proponer soluciones sobre temas que les afectan.
La ciudad también ha creado el Ateneo de Innovación Digital y Democrática, un espacio dedicado a fomentar la innovación en colaboración con el tejido social de la ciudad, y la plataforma Decidim, una tecnología digital pensada para facilitar la participación ciudadana y la gobernanza democrática de las instituciones y organizaciones. Esta plataforma, desarrollada en Barcelona, se utiliza en más de 30 países y por más de 500 organizaciones en todo el mundo.
Estas acciones forman parte de un modelo de participación integral que quiere promover la democracia en el ámbito local y posicionar a Barcelona como referente internacional en participación e innovación democrática.
¿Por qué es tan importante que las ciudades lideren esta tarea? ¿Esto no es trabajo de los gobiernos nacionales?
Es importante que las ciudades lideren este esfuerzo porque son las administraciones más cercanas a la ciudadanía y tienen una capacidad única para implicarla directamente en los procesos de toma de decisiones.
Las ciudades son las pioneras de la democracia; permiten una participación más directa e inmediata en los asuntos públicos a una escala cercana y sostenible. Esta proximidad facilita la implantación y el consenso de políticas públicas adaptadas a las necesidades locales.
Si bien los gobiernos nacionales tienen un papel importante en la gobernanza, las ciudades están mejor posicionadas para liderar la innovación democrática y fomentar la participación ciudadana por su proximidad y capacidad de respuesta rápida.
Al mismo tiempo, las ciudades son espacios donde ya eclosionan las innovaciones por parte de organizaciones sociales, movimientos o la ciudadanía a través de la autoorganización popular. Prestar atención a estas emergencias, escucharlas y reforzarlas es un reto democrático de primer orden, y la ciudad es el lugar ideal para hacerlo.
Además, al liderar este esfuerzo, las ciudades pueden compartir experiencias y unir fuerzas para hacer frente a retos comunes mediante la creación de redes de apoyo mutuo que fortalezcan la democracia, tanto en el ámbito local como global, y así convertirse en espacios que ofrezcan la máxima garantía de derechos fundamentales.
¿Por qué crees que es relevante el Democracy Lab?
El Democracy Lab, organizado por Eurocities en Barcelona, es relevante porque proporciona una plataforma para compartir experiencias, conocimientos y buenas prácticas en innovación democrática con respecto a las políticas digitales entre las ciudades europeas. Este evento permite a quien participa en él aprender mutuamente y explorar nuevas ideas y soluciones para mejorar la participación ciudadana y la gobernanza democrática.
La innovación democrática en materia de políticas digitales es uno de los grandes retos de las próximas décadas si queremos construir modelos tecnológicos abiertos y libres que estén al servicio de la ciudadanía y que garanticen los derechos digitales y los derechos fundamentales.
Esto permite perfilar una agenda para la soberanía tecnológica y la colaboración publicosocial en materia de política digital. Además, fomenta la colaboración transnacional y la creación de redes que puedan apoyar iniciativas innovadoras a largo plazo.
Un evento como el Democracy Lab puede suponer un cambio significativo en cómo las ciudades emprenden los retos democráticos proporcionando inspiración y recursos para implementar prácticas efectivas y sostenibles. Esto puede contribuir a generar una democracia más firme y adaptable, capaz de dar respuesta con más eficacia a los cambios y las necesidades de la ciudadanía.