La vivienda social para personas mayores se incrementará un 33 % en enero del 2024
06/09/2022 - 11:49
Barcelona dispondrá de un total de 1.908 viviendas protegidas para personas mayores en enero del 2024. Se trata de un incremento del 33 % respecto de las 1.433 viviendas que funcionan actualmente.
Este aumento se alcanzará una vez entren en servicio las seis nuevas promociones que actualmente se encuentran en diferentes fases de construcción y que sumarán 475 nuevas viviendas.
En concreto se trata de las siguientes promociones:
- Calle de Viladomat, 142 (Germanetes): 47 viviendas. Fecha prevista de entrega: abril del 2023
- Calle de Puigcerdà, 100: 48 viviendas. Fecha prevista de entrega: enero del 2023.
- Paseo de Torras i Bages, 143 (Casernes): 152 viviendas. Fecha prevista de entrega: septiembre del 2023
- Carretera de Ribes, 51-65: 85 viviendas. Fecha prevista de entrega: julio del 2023
- Calle de Veneçuela, 96-106: 60 viviendas. Fecha prevista de entrega: febrero del 2024
- Avenida de la Mare de Déu de Montserrat, 11: 83 viviendas. Fecha prevista de entrega: octubre del 2024
Propiedad del Instituto Municipal de la Vivienda (IMHAB), las nuevas viviendas en construcción y las que ya se encuentran en servicio son alquileres protegidos, reservados para personas mayores de 65 años con dificultades de acceso a la vivienda.
El precio medio mensual de cada vivienda es de 444 euros y uno de los requisitos para acceder es disponer de unos ingresos anuales iguales o inferiores a 2,5 veces el indicador público de renta de efectos múltiples (IPREM). Por este motivo, el Instituto Municipal de Servicios Sociales (IMSS) subvenciona el 62 % del coste de todas las promociones.
Con respecto al perfil de las personas usuarias, la media de edad es de 81,2 años, el 72 % son mujeres y en el 81 % de los casos viven solas.
Equipamientos adaptados y accesibles
Las viviendas están pensadas para personas de edades avanzadas y, por lo tanto, se encuentran totalmente adaptadas y son accesibles.
Las personas usuarias disponen de servicios que las ayudan a mantener su autonomía personal, mejorar sus condiciones de vida y retrasar al máximo un posible ingreso residencial. Tienen servicio de teleasistencia, baños equipados para facilitar el acceso y evitar caídas, enchufes situados a una altura cómoda y salas polivalentes para poder hacer actividades comunitarias, además de servicios de conserjería, profesionales de geriatría y limpieza y un servicio de alarmas internas por si se produce un incidente, entre otros.