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Salud sexual y reproductiva

Salud sexual y reproductiva

A pesar de que históricamente los hombres han estado ausentes en el ámbito de la salud sexual y reproductiva, y en consecuencia no han asumido responsabilidades en esta área,Més la sexualidad es un aspecto clave en la comprensión de las identidades masculinas con varias repercusiones en la salud.

Es importante tener presente que, desde el modelo de masculinidad hegemónica, los hombres construyen una sexualidad muchas veces de forma compulsiva, centrada en el propio placer y la autosatisfacción a través de la utilización del cuerpo de la mujer, sin empatía con la pareja sexual, sin espacio para el placer mutuo ni la vinculación afectiva, donde la iniciativa siempre debe ser del hombre, que debe estar disponible en todo momento. Además, su sexualidad se mide desde tres parámetros cuantitativos como son el tamaño del pene, la duración de la erección y de la penetración y la cantidad de relaciones sexuales. En caso contrario, se vivirá como un ataque a su propia identidad masculina.

Desde esta concepción de la sexualidad, la presión para mantener relaciones sexuales según los parámetros citados anteriormente es muy alta. De este modo, se facilita la existencia de gran cantidad de relaciones sexuales frustrantes e insatisfactorias, y el sufrimiento asociado a disfunciones de tipo sexual. Además, la demostración permanente de la masculinidad a través de la sexualidad hace que muchos hombres asuman poca o nula responsabilidad sobre sus consecuencias.

Esto entraña graves problemas para la salud de los propios hombres y de las demás personas, a causa de diferentes conductas de riesgo como, por ejemplo, mantener relaciones sexuales sin protección con el riesgo de embarazos no deseados o de sufrir y transmitir enfermedades de transmisión sexual como el VIH. Además, esta sexualidad basada en el poder sobre la otra persona puede facilitar situaciones de acoso sexual, delitos sexuales o explotación sexual.