19/11/2021 - 17:32
Salud. Son datos del informe “La salud en Barcelona 2020”, que también señala que habrá que analizar el impacto que ha tenido en la salud éste infradiagnóstico generalizado.
La pandemia ha supuesto un descenso, con respecto a los dos sexos, de los nuevos diagnósticos de enfermedades crónicas, cánceres y casos de ansiedad y depresión, según el informe “La salud en Barcelona 2020”, elaborado por la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB). El documento también señala que habrá que analizar el impacto que ha tenido en la salud este infradiagnóstico generalizado a causa de la COVID-19.
Según datos del Sistema de Información de Atención Primaria (SIAP), los diagnósticos de enfermedades crónicas se redujeron en torno a un 36 % respecto al 2019. La bajada más significativa se encuentra en el grupo de personas mayores de 65 años, que llega en torno al 39 %, tanto en hombres como en mujeres. En concreto, entre las enfermedades crónicas, los diagnósticos que más bajaron fueron los de casos de hipertensión arterial, un 34,1 %; los de diabetes, un 33,8 %, y los de cardiopatías isquémicas, un 29,3 % de los casos.
En el año 2020 los diagnósticos de trastornos de ansiedad y angustia disminuyeron un 4,9 % en hombres y un 7,9 % en mujeres respecto al año anterior. El resto de indicadores analizados reflejan un incremento de la mala salud mental de la población. Con respecto a los adolescentes, el porcentaje de chicos y chicas de 13 a 19 años en riesgo de sufrir un problema de salud mental aumenta en los dos sexos y para todas las edades respecto al 2016, sobre todo en chicas de los barrios más desfavorecidos.
Incidencia de la COVID-19
En Barcelona, según los datos de la web #COVID19aldiaBCN, hasta octubre ha habido unas 203.000 personas infectadas, más de 6.200 de las cuales trabajaban o vivían en residencias. Desde febrero del 2020 hasta setiembre del 2021 se han vivido cinco olas de la enfermedad. La primera fue la más grave, con 3.439 defunciones, mientras que en cada una de las otras olas la cifra fue de menos de 600 defunciones.
El informe expone también que el confinamiento ha afectado más a las personas con un nivel socioeconómico más desfavorecido, con una incidencia más alta de la enfermedad y unas coberturas vacunales más bajas.