Con la voluntad de mantener la accesibilidad a los diferentes servicios públicos municipales para determinados sectores de la población en la situación de incertidumbre actual, también se mantienen las tarifas del 2022 en los equipamientos de los distritos, como los centros cívicos, las ludotecas, los casales de barrio, de jóvenes y de personas mayores, y a los servicios ofrecidos desde el área de Derechos Sociales, como el servicio de atención domiciliaria, las comidas en compañía, las residencias, las viviendas tuteladas o los centros de día para las personas mayores.
Desde el área de Ecología Urbana, se incorporarán en el 2023 nuevos beneficios fiscales a las entidades que apliquen medidas de reducción de plásticos de un solo uso: bonificaciones de un 10% adicionales a las ya existentes, acondicionadas a eliminar o reducir el uso de plástico en el marco del Compromiso Barcelona Plástico Cero. Además, las actividades económicas de zonas donde ha implantado un sistema de recogida individualizada de residuos, como el “Porta a puerta” o contenedores inteligentes, disfrutarán de una reducción del 15% de la tarifa si cumplen unos mínimos de reciclaje establecidos.
En las instalaciones deportivas gestionadas por elInstituto Barcelona Esports (IBE) y por los distritos, tampoco se suben las cuotas para las escuelas, los clubes y las entidades deportivas y se siguen ofreciendo precios sociales para los sectores de población más sensibles (familias numerosas y monoparentales, personas con diversidad funcional, beneficiarios de la Tarjeta Rosa, usuarios de los servicios sociales, personas en situación de paro, personas refugiadas, participantes de actividades extraescolares, del campus Olímpia o casales deportivos, etc.). Sí que se suben, sin embargo, un 3% sólo las cuotas de los abonos.
Por otra parte, se crea un precio público para ofrecer el servicio de autoconsumo compartido municipal. Este servicio consiste en poder disfrutar de 500 W de energía generada, mantenida y operada por el Ayuntamiento, durante un año por 70 euros. Estos 500 W podrían llegar a suponer un ahorro de hasta un 25% de la factura eléctrica de un hogar que podrían ser unos 200 euros al año. En el caso de las personas vulnerables, este precio público estaría bonificado al 100%.