Es esencial abordar y combatir firmemente todas las brechas y desigualdades estructurales que desde hace años sufren las mujeres en su desarrollo profesional.
Por este motivo, este año el Ayuntamiento de Barcelona centra la campaña del 8 de marzo en reivindicar más presencia de mujeres en cargos de dirección y mando. Mujeres referentes que no solo abran rendijas en las barreras del presente, sino que inspiren a las futuras generaciones de jefas, líderes y directoras.
“Rompamos el techo de cristal para que las niñas de hoy sean las jefas de mañana” es el mensaje principal de una campaña que se basa en datos contundentes y objetivos sobre la segregación vertical, y que ha diseñado Patricia Luján, directora creativa experta en comunicación con perspectiva de género.
Los obstáculos de la segregación vertical
La segregación se sustenta en estereotipos de género, como los modelos de liderazgo tradicionales, y en los prejuicios sobre la capacidad de las mujeres para ocupar posiciones de poder.
El techo de cristal es transversal, existe en el ámbito político, científico, tecnológico, educativo y empresarial, y pone límite a la representación de las mujeres en las élites de cualquier esfera laboral.
La segregación vertical se ve agravada por otros factores, como un porcentaje más alto de mujeres que optan por trabajos a tiempo parcial y temporal para compatibilizar su profesión con las tareas de cuidados. Las desigualdades a las que se enfrentan las mujeres a menudo están relacionadas, y el techo de cristal no es una excepción: está estrechamente vinculado a la feminización de los cuidados, y también a la feminización de la pobreza, las violencias machistas y los problemas de salud mental y emocional.
A la falta de oportunidades para las mujeres deben sumarse consecuencias graves como la brecha salarial y de pensiones, la pérdida de talento y la ausencia de referentes femeninos en el liderazgo.
El techo de cristal en datos
El impacto del techo de cristal en la vida laboral de las mujeres no es en absoluto una percepción. Es una realidad contrastada con datos y fuentes diversas y veraces que muestran las dificultades actuales a las que se enfrentan las mujeres para acceder a cargos de responsabilidad. Por ejemplo:
- Solo el 33,8 % de los cargos directivos en Cataluña están ocupados por mujeres.
Fuente: Encuesta de población activa, Instituto de Estadística de Cataluña (2022) - Solo hay 2 rectoras en las 8 universidades de Barcelona.
Fuente: Universidades catalanas (Generalitat de Catalunya, 2024) - Solo el 25,1 % de las películas de cine en Cataluña están dirigidas por mujeres.
Fuente: Las claves de la producción actual del cine catalán: una mirada al periodo 2012-2022 y presentación del informe estadístico del 2021. Observatorio de la Producción Audiovisual (2022). - Solo el 34 % del ámbito de la investigación está dirigido por mujeres.
Fuente: El sesgo de género en el reclutamiento, la promoción y la retención del personal en las universidades. Xarxa Vives d’Universitats (2023) - Las mujeres ocupan solo el 23,44 % de posiciones clave en tecnologías de la información y la comunicación (TIC).
Fuente: Barómetro del sector tecnológico en Cataluña 2023. Círculo Tecnológico (2023)
Pueden consultarse más datos sobre las desigualdades de género y el techo de cristal en la Oficina Municipal de Datos, que recoge un amplio abanico de indicadores, la Encuesta sociodemográfica de Barcelona, el estudio El género en cifras. Condiciones de vida de las mujeres y desigualdades de género en Barcelona, la Encuesta sobre cuestiones de género (Centro de Estudios de Opinión, Generalitat de Catalunya) y el Índice de igualdad de género 2023 (Instituto Catalán de las Mujeres, Generalitat de Catalunya).