La primera sesión científica de la ASPB, centrada en analizar el impacto de los usos del tiempo en la salud

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07/02/2024 - 16:31 h

» El Ayuntamiento de Barcelona ha participado en la mesa de análisis, enmarcando la generación de conocimiento y nuevas políticas públicas de organización del tiempo.
» La necesidad de las políticas del tiempo se ve avalada por la ciencia, tanto en niños como en personas adultas, sobre todo, en las mujeres: un 37,8% de las barcelonesas la padecen.

El pasado 23 de enero, la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) celebró su primera sesión científica del año, centrada en analizar la vinculación entre los usos del tiempo y la salud. La mesa de debate contó con la participación de Lucía Artazcoz, directora del Observatorio de la Salud Pública de la ASPB; Elisa Stinus, investigadora del Instituto de la Infancia y la Adolescencia de Barcelona; Marta Junqué, co-coordinadora de la Time Use Initiative; y Sonia Ruiz, directora de los Servicios de Género y Políticas del Tiempo del Ayuntamiento de Barcelona, quien moderó la sesión. Este acontecimiento se celebró en el marco de los encuentros que la ASPB organiza desde hace treinta años, en los que estudia cómo se pueden producir nuevas políticas públicas para la mejora de la salud colectiva.

El Ayuntamiento de Barcelona remarcó el valor de este espacio, puesto que es necesario abrir un diálogo transversal sobre los usos del tiempo. Concretamente, destacó cómo la concejalía de usos del tiempo y el Pacto del Tiempo, de una antigüedad de veinte años, son el espacio necesario para continuar construyendo usos sociales del tiempo que lleven más igualdad, eficiencia, sostenibilidad y, en el caso que ocupa, salud.

La aproximación que se siguió durante la jornada fue el de analizarlo por sectores. Elisa Stinus presentó cómo la falta de tiempo es un problema, también, durante la infancia: el 20% de las niñas y niños de Barcelona tienen poca satisfacción con el tiempo libre (lo que aumenta o disminuye según el nivel de renta). El mensaje fue claro: es necesario incluir la doble perspectiva generacional, tanto la de niños y niñas como la de familias, para crear espacios que pongan en valor el tiempo compartido, el rol de espacios públicos como los escolares y atender el uso de pantallas. Al hacerlo, las actuaciones no pueden generar nuevas desigualdades, como la carga de cuidados femeninos, y deben permitir generar tanto tiempo en familia como entre iguales.

Por su parte, Lucía Artazcoz analizó las causas y consecuencias de la pobreza de tiempo, tanto en el ámbito internacional como en el local. Este tipo de pobreza, vinculada a causas económicas, del prestigio social de la falta de tiempo o de los largos tiempos de desplazamiento urbanos, implica la poca disponibilidad de tiempo para la misma persona. Aunque afecta tanto a hombres como a mujeres, su impacto tiene claramente un factor de género: en Barcelona, el 37,8% de las mujeres sufren pobreza de tiempo, mientras que son 30,3% los hombres que sufren.

Como organización que trabaja de forma transversal la temática, Marta Junqué propuso la posibilidad de responder a la pobreza del tiempo desde las políticas públicas a través de la generación de un nuevo derecho de ciudadanía: el derecho al tiempo. A través de su formalización desde las administraciones públicas, propuso conseguir un nuevo modelo de organización del tiempo basado en un reparto distinto al tiempo para trabajar, descansar, cuidar y disfrutar del ocio.

Como concluyó Sonia Ruiz, más de trescientas cincuenta mil personas están haciendo cuidados de forma intensiva no remunerados en la ciudad de Barcelona. Las 80 acciones del ayuntamiento apuntan mayoritariamente este tema para poder mejorar la pobreza de tiempo de estas personas de forma directa. En palabras de la directora: “lograr que las personas vivan su tiempo cotidiano de una manera más saludable, mejorará el bienestar general de la ciudad”.

La sesión se puede consultar en diferido en este vídeo.