En Barcelona entendemos la accesibilidad como elemento integral del diseño de cualquier espacio público de la ciudad. Así, creemos que la adaptación de las playas no se tiene que limitar sólo a la habilitación de puntos concretos destinados al baño de las personas con ciertos tipos de limitaciones funcionales, sino que tiene que ser una característica definitoria del planeamiento del conjunto de las playas, integrada en su diseño original. En base a esta accesibilidad general se define un servicio específico de apoyo al baño para aquellas personas con movilidad reducida que necesitan apoyo para entrar y salir del agua.
En Barcelona todas las playas son accesibles y están pensadas para el acceso y goce de todos los usuarios y usuarias, también de aquellos que tienen alguna limitación en su movilidad. Disponen de reservas de aparcamiento con itinerarios accesibles hasta la playa seca, señalización e información visual y táctil, lavabos adaptados, pasarelas de madera hasta el agua y duchas adaptadas con sillas. También cuentan con transporte público adaptado que facilita el acceso en las playas.
Además, algunas playas cuentan también con un servicio de apoyo al baño dirigido a aquellas personas que tienen movilidad reducida y necesitan ayuda personal y técnica para poder acceder al agua. Estas playas disponen, además de las características antes mencionadas, de una caseta vestuario, sillas anfibias, grúa elevadora, chalecos salvavidas y sombrillas, y cuentan con personal técnico y voluntario que ofrece apoyo a las personas con movilidad reducida para entrar y salir del mar y disfrutar del baño. Esta modalidad se aplica en las playas de Nova Icaria y Barceloneta y en la Zona de Baños del Forum.