Con la llegada del calor se activan los espacios y equipamientos de la ciudad que actúan como refugios climáticos para afrontar las altas temperaturas y encontrar confort térmico. Este año son 353 refugios, unos 120 más que el año pasado. Entre las novedades está la incorporación de algunos mercados municipales, espacios de otras administraciones y algunos privados.
El 98 % de los barceloneses y barcelonesas tiene un refugio climático a menos de 10 minutos de casa y el 68 % tiene uno a menos de 5 minutos. Entre los equipamientos municipales que actúan como refugios climáticos hay interiores como bibliotecas, centros cívicos o museos, y exteriores como parques, jardines, patios de escuela o escola bressol e interiores de manzana.
Los refugios están recomendados para personas vulnerables al calor, bebés, personas mayores o personas con enfermedades crónicas, siempre que no necesiten atención médica. Tienen buena accesibilidad, áreas de descanso, agua, sombra y son seguros. Son espacios gratuitos, con la excepción de las piscinas municipales de la ciudad, que este año se convertirán todas en refugios climáticos y se regularán según el precio público fijado.
En la web de los refugios climáticos se pueden consultar los horarios de apertura. Además, también hay un mapa para buscar los refugios más cercanos.
Atención social frente a las altas temperaturas
El Centro de Urgencias y Emergencias Sociales de Barcelona (CUESB) actuará como referente de atención social en caso de que la subida de las temperaturas obligue a elevar la alerta por ola de calor de la fase preventiva hasta una fase de alerta, en caso de que la temperatura diurna supere los 33,7 grados centígrados o cuando la temperatura mínima nocturna sea superior a los 25,9 grados centígrados, o bien de emergencia si la temperatura máxima supera los 35,7 grados o la mínima sube por encima de los 27,9 grados.
El CUESB habilitará una sala de espera con confort térmico y una fuente de agua para personas vulnerables. En caso necesario, también se activará el CUESB como lugar de pernoctación para personas que presenten una gran fragilidad.