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Nuevo modelo de gestión pública del agua
Voluntad municipal
La remunicipalización del agua es una tendencia mundial que ha llegado a Cataluña. Mientras que a escala mundial el 90% del abastecimiento del agua es de gestión pública, en España, y como consecuencia en buena parte de la crisis económica, la privatización de los servicios del ciclo integral urbano ha tenido un impulso notable, de modo que actualmente la gestión pública está en torno al 50% y en algunas autonomías como Cataluña, Murcia o Galicia, desciende hasta el 20%.
No obstante, se está articulando una respuesta contundente ante esta situación, que está cambiando la tendencia privatizadora, ya que, con el apoyo firme de los movimientos sociales, son cada vez más los ayuntamientos que optan por recuperar la gestión pública de los servicios del ciclo integral urbano del agua, adoptar modelos de gestión transparentes y participativos y plantear nuevas fórmulas de gestión de los bienes comunes —más democráticas, más próximas, más sostenibles—. Las últimas cifras globales hablan de 235 ciudades donde viven más de 100 millones de personas que han impulsado procesos de éxito de remunicipalización del agua.
Barcelona y otros municipios del área metropolitana se han posicionado recientemente a favor de la gestión pública; Terrassa, igual que Valladolid, también están trabajando en ello, y los casos de Bruselas y París son referencia en la experiencia de gestión del agua bajo la lógica del bien común.
Esta decisión —que nació de las proposiciones aprobadas por el Plenario del Consejo Municipal del 25 de noviembre del 2016 que abrían el camino hacia la gestión pública, directa e integral del ciclo del agua, incluido el suministro domiciliario, valorando siempre su oportunidad, pertenencia y viabilidad, tanto técnica como económica, social y ambiental— ha llevado al consistorio barcelonés a apostar por un nuevo modelo de gestión pública del agua ligado a la promoción de nuevas formas de control social que garanticen la transparencia, la información, la rendición de cuentas y la participación ciudadana efectiva.
Los ayuntamientos tienen la competencia del abastecimiento de agua domiciliario. La administración autonómica es la responsable del abastecimiento de agua hasta los municipios, en la alta. En el caso del entorno de Barcelona, la prestación del servicio de abastecimiento domiciliario, en baja, corresponde a Área Metropolitana de Barcelona.
Por lo tanto, el Ayuntamiento de Barcelona no presta directamente este servicio pero sí que participa en una mejor gestión del agua de forma general y en caso de sequía, básicamente mediante la reducción del consumo municipal y la realización de campañas de concienciación a la ciudadanía para ahorrar el consumo.
Conjuntamente con la Generalitat de Catalunya, actúa también como autoridad sanitaria de control de la calidad de las aguas de red, por medio de la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB).
El consistori barceloní, a través de Medi Ambient i Serveis Urbans – Ecologia Urbana, s'encarrega també de gestionar els recursos hídrics alternatius de la ciutat.
El consistorio barcelonés, a través de Medio Ambiente y Servicios Urbanos – Ecología Urbana, se encarga también de gestionar los recursos hídricos alternativos de la ciudad.
Beneficios para la ciudad y para la ciudadanía
La gestió pública de l'aigua comporta beneficis tant per a la ciutat com per a la ciutadania. L'abastament d'aigua i el sanejament són serveis bàsics essencials i cal garantir en tot moment el seu accés universal i assequible i evitar la manca de subministrament per motius econòmics o socials. Són serveis que s'han de prestar de forma eficaç i alhora els beneficis de l'activitat han de retornar a la societat, per millorar el servei, així com la qualitat de l'aigua retornada al medi ambient.
La gestión pública del agua comporta beneficios tanto para la ciudad como para la ciudadanía. El abastecimiento de agua y el saneamiento son servicios básicos esenciales y hay que garantizar en todo momento su acceso universal y asequible, evitando la falta de suministro por motivos económicos o sociales. Son servicios que tienen que prestarse de forma eficaz y, al mismo tiempo, los beneficios de la actividad tienen que volver a la sociedad, para mejorar el servicio, así como para mejorar la calidad del agua que se devuelve al medio ambiente.
Hay que apuntar que París remunicipalizó el agua en el año 2010 y en el primer año ganó 35 millones de euros y bajó las tarifas un 8%.
Bases para la gestión pública del servicio
En el procés de recuperació de la gestió pública de l'aigua, els ajuntaments, moviments i operadors públics s'estan trobant amb dificultats com són l'opacitat en la informació i la manca de coneixement. La llarga durada de les concessions, les resistències d'alguns operadors privats, i l'absència d’agrupacions locals ha dificultat governar el servei des del sector públic. Alguns d'aquests factors, fan que sigui molt més senzill passar d'una gestió pública a una privada, que revertir d'una gestió privada a una pública. A més, en tot aquest context, la Llei 27/2013 de racionalització i sostenibilitat de l'Administració local, que afavoreix la privatització, obstaculitza la recuperació de la gestió pública del servei, limita el finançament i l'autonomia local.
En el proceso de recuperación de la gestión pública del agua, los ayuntamientos, los movimientos y los operadores públicos se encuentran con dificultades como la opacidad en la información y la falta de conocimiento. La larga duración de las concesiones, las resistencias de algunos operadores privados y la ausencia de agrupaciones locales han dificultado gobernar el servicio desde el sector público. Algunos de estos factores hacen que sea mucho más sencillo pasar de una gestión pública a una privado, que revertir de una gestión privada a una pública. Además, en todo este contexto, la Ley 27/2013 de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local, que favorece la privatización, obstaculiza la recuperación de la gestión pública del servicio, limita la financiación y la autonomía local.