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El 2 de octubre, Día Internacional de la Educación Social, se visibilizar el imprescindible papel de los y las profesionales que trabajan en este ámbito, y se reivindica su aportación en la mejora del bienestar social

El 2 de octubre se ha conmemorado el Día Internacional de la Educación Social, disciplina que nació en Barcelona en los años 90, ciudad pionera en esta materia. El objetivo de este día es visibilizar el imprescindible papel de los y las profesionales que trabajan en este ámbito, y reivindicar su aportación en la mejora de la convivencia y del bienestar social de la población.

Este año la conmemoración coincide con los 30 años de la creación de los estudios universitarios en educación social, y también con el 25 aniversario de la creación del Colegio de Educadoras y Educadores Sociales de Cataluña (CEESC), impulsado por la primera promoción. Desde el Colegio se ha pedido que la Educación Social «esté integrada, como derecho de ciudadanía, en las políticas públicas universales para el conjunto de la población”.

A través de un manifiesto, el CEESC afirma que «no nos hacía falta una pandemia para demostrar en el día a día que la educación social es una profesión sustancial, fundamental, radical para cumplir los derechos de ciudadanía del conjunto de la población». No obstante, considera «alarmante la inestabilidad» y la «falta de recursos» con los que se encuentra la mayor parte de la profesión, a la vez que recuerda que la educación social «es una profesión feminizada, como pasa con otras profesiones relacionadas con los cuidados y la educación.»

Todavía hoy en torno al 80% del estudiantado de los grados universitarios en Educación Social son mujeres y solamente un 20% son hombres.