Barcelona es una ciudad que regularmente sufre situaciones de sequía. Ante este problema, el Ayuntamiento, en colaboración con otras administraciones, ha establecido un Protocolo de actuación por riesgo de sequía de la ciudad de Barcelona, que tiene el objetivo de prevenir y avanzarse a posibles sequías y, en caso de producirse, minimizar las consecuencias, estableciendo medidas preventivas y definiendo un modelo de actuación de los servicios municipales.
En estos momentos la ciudad se encuentra en la siguiente fase:
FASE ACTUAL: 2. ALERTA
Consulta las restricciones de esta fase aquí.
Esta fase se enmarca en un proceso gradual que establece el Protocolo. Cada fase cuenta con acciones de sensibilización y comunicación a la ciudadanía y acciones concretas para el ahorro de agua:
Barcelona, que recibe el agua de los embalses del sistema Ter-Llobregat, se encuentra en fase de ALERTA.
Consulta las restricciones.
El protocolo tiene el objetivo de prevenir y adelantarse a las posibles situaciones de sequía, estableciendo medidas preventivas y definiendo el modelo de actuación de los servicios municipales.
¿Por qué se produce la sequía? ¿Puedo poner la lavadora? ¿Puedo lavar el coche? ¿Las fuentes de la ciudad siguen funcionando si hay sequía?
Consulta las preguntas más habituales sobre el consumo de agua y la sequía en Barcelona.
El agua es un elemento imprescindible para la vida del que hacemos uso tanto nosotros como el resto de organismos con los que convivimos. La Red de Equipamientos Ambientales (XEAB) ofrece este ciclo de actividades para profundizar en cómo interactuamos con el agua.
El Protocolo de actuación por situación de sequía de la ciudad de Barcelona establece que los grandes consumidores de agua que consumen más de 7.000 m3/año deben elaborar un plan de uso eficiente del agua para sus instalaciones.
La sequía es un proceso gradual que avanza dependiendo de las reservas de los embalses del sistema Ter-Llobregat.
Una persona puede llegar a consumir entre 100 y 200 litros de agua potable en un día, un bien escaso que hay que preservar y evitar el derroche. Si se toman medidas para ahorrarla, se puede llegar a reducir en un 30% el consumo continuo de agua en los hogares.
Las principales fuentes de suministro de recursos superficiales proceden de las cuencas de los ríos Ter y Llobregat. El agua del Ter se obtiene del sistema de embalses Sau-Susqueda-El Pasteral y se trata en la planta potabilizadora de Cardedeu.
En Barcelona, en 2022, el consumo de agua potable de red fue de 91,50 hm³, 12,27 hm³ menos que en 2007, año de la última sequía, lo que representa una reducción del 11,83%.