¿Qué hacemos para combatir la procesionaria del pino?

La colaboración ciudadana es muy importante para el control de la procesionaria del pino. La ciudadanía puede avisar y ayudar en la detección de esta plaga en los espacios verdes (jardines y zonas forestales). Esto permite localizar los puntos afectados y actuar más rápidamente.

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15/01/2025 - 14:28 h

Durante estos meses de invierno, en algunos pinos de las áreas forestales de parques y zonas verdes de la ciudad se pueden ver bolsas de la procesionaria del pino.

Su presencia genera cierta preocupación entre la ciudadanía por sus efectos urticantes, que suelen producirse cuando las orugas bajan de los árboles para enterrarse. Esto conlleva que en las ciudades y sus áreas metropolitanas la procesionaria se convierta a menudo en un problema de salud asociado al verde urbano.

Por este motivo, queremos explicar de qué plaga estamos hablando y qué hace el Instituto Municipal de Parques y Jardines para controlarla.

¿Qué es la procesionaria del pino?

La procesionaria del pino (thaumetopoea pityocampa) es un lepidóptero (mariposa) que se alimenta básicamente de las hojas de coníferas de los géneros Pinus y Cedrus.

Los efectos más importantes de este insecto sobre los bosques de coníferas es la pérdida masiva y recurrente de hoja, que afecta al desarrollo de las masas forestales.

¿Cómo nos afecta a nosotros?

Los efectos de este insecto sobre la salud humana, y muy especialmente la de los perros, se producen cuando la mariposa se encuentra en el estadio de oruga. Los pelos de la oruga son urticantes y pueden provocar reacciones alérgicas intensas.

En este sentido, el estado más perjudicial para la ciudadanía es el momento en el que la oruga se encuentra en el proceso de enterrarse, ya que baja por el tronco de los árboles y forma las “procesiones” (de aquí le viene el nombre) buscando el lugar más adecuado para enterrarse y metamorfosearse en crisálida.

Esta fase normalmente empieza alrededor del mes de febrero y se alarga hasta el mes de abril. Sin embargo, la duración de los diferentes estadios puede variar en función de las condiciones meteorológicas.

Y en Barcelona, ¿dónde podemos encontrarla?

Las zonas con un nivel de afectación más elevado son los espacios verdes de los barrios cercanos a la sierra de Collserola, las colinas adyacentes y la montaña de Montjuïc, puesto que en estos espacios se concentran las principales formaciones de coníferas.

¿Qué hacemos para combatirla?

La lucha contra este insecto se plantea principalmente con la utilización de métodos poco agresivos, de manera que no supongan un riesgo para la ciudadanía.

Al mismo tiempo, el Instituto Municipal de Parques y Jardines de Barcelona, encargado de la gestión del verde en la ciudad, desarrolla dos tipos de actuaciones: las preventivas y las curativas.

Actuaciones preventivas

Alrededor del mes de julio se colocan trampas de captura de adultos de procesionaria del pino (mariposas). Un ejemplo es la actuación que se llevó a cabo en la zona forestal del parque del Guinardó este verano para conocer la dispersión de la mariposa y la cantidad de individuos existentes.

En octubre se hace tratamiento con endoterapia en los pinos situados en zonas sensibles (cerca de las áreas de juego infantil y áreas para perros o de pícnic). Este método permite incorporar el producto insecticida directamente en la savia del árbol gracias a una inyección, sin que el producto entre en contacto con el exterior.

Hasta el mes de diciembre todos los pinos de la ciudad se tratan con cañones atomizadores, con fitosanitario autorizado convencional y de baja toxicidad.

También se colocan cajas nido en las zonas más afectadas. Algunas aves insectívoras (el herrerillo, el cuco o la abubilla) contribuyen al control biológico y actúan como depredadores de las orugas de la procesionaria del pino.

Actuaciones curativas

En cuanto a las actuaciones curativas, se llevan a cabo cuando los tratamientos anteriores no han tenido la eficacia deseada y la larva sobrevive a las actuaciones preventivas. Esto significa que se desarrolla y durante el mes de diciembre forma una bolsa o nido en el extremo de las ramas para protegerse del frío.

La primera de las acciones que se llevan a cabo es colocar carteles de aviso a la ciudadanía en los que se detallan las medidas básicas de prevención. A continuación, se retiran las bolsas de procesionaria que son accesibles con la plataforma elevadora y, posteriormente, se hace un tratamiento por atomización de los árboles afectados por el insecto.

En el caso de que las orugas estén en el suelo, personal equipado con medidas de protección procede a su retirada.

Ensayo para el control biológico

En el año 2020 el Instituto Municipal de Parques y Jardines inició, conjuntamente con el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), un ensayo para el control biológico de la procesionaria en el ámbito urbano de la ciudad de Barcelona.

Se seleccionaron seis espacios para hacer el seguimiento del trabajo: zonas forestales de los parques de Montjuïc, Can Sentmenat, el Castell de l’Oreneta, la Creueta del Coll, el Guinardó y el Turó de la Peira.

Siguiendo los resultados, este pasado mes de diciembre se trataron con endoterapia los pinos con afectación recurrente observados durante el ensayo. Este mes de enero se están etiquetando estos árboles tratados, así como los árboles detectados con bolsas de procesionaria.

Y tú, ¿qué puedes hacer?

La colaboración ciudadana es muy importante para el control de la procesionaria del pino. La ciudadanía puede avisar y ayudar en la detección de esta plaga en los espacios verdes (jardines y zonas forestales). Esto permite localizar los puntos afectados y actuar más rápidamente.

Por tanto, puedes comunicar cualquier incidencia relacionada con la procesionaria del pino a través de este enlace.