Muchas entidades y redes de la ciudad reclaman, desde hace tiempo, mayor apoyo y acompañamiento a aquellas asociaciones que gestionan comunitariamente espacios municipales.
Para dar respuesta a esta demanda, el Ayuntamiento de Barcelona y Torre Jussana han iniciado una nueva etapa de colaboración con la creación de un equipo de Torre Jussana dedicado al apoyo al Patrimonio Ciudadano. Esta iniciativa se enmarca en los objetivos del Programa de Patrimonio Ciudadano para dar apoyo a los proyectos asociativos, a la vez que medía y refuerza la colaboración entre el Ayuntamiento y la ciudadanía asociada que gestiona espacios municipales.
Una organización más próxima
El equipo se estructura territorialmente para ofrecer una atención más próxima a las entidades y trabajar coordinadamente con los servicios municipales de cada distrito. El principal objetivo de esta colaboración es dotar de recursos a las entidades para promover mayor permeabilidad de los proyectos a la participación ciudadana y una orientación hacia la acción comunitaria.
¿Qué ofrece a las entidades?
- Difusión e información. Se pretende desplegar una comunicación clara y accesible dirigida a las entidades con guías, tutoriales, cápsulas formativas y un catálogo de recursos municipales y propios.
- Asesoramiento sobre tramitación. Se ofrece apoyo técnico en trámites como la solicitud de espacios, el proyecto inicial o el formulario del Balance Comunitario. También se ayuda en el uso de la plataforma “Enseña el corazón” y se canalizan incidencias relacionadas con la cesión de espacios.
- Capacitación y acompañamiento. Se realizan formaciones y procesos de mejora basados en los ejes del Balance Comunitario (participación, arraigo, retorno social y cuidado de las personas y el entorno). También se fomenta la conexión entre proyectos y redes del territorio.
¿Cómo se quiere intervenir con las entidades?
El equipo de apoyo tiene como objetivo impulsar procesos de mejora y transformación de los proyectos de las entidades. El acompañamiento se lleva a cabo de manera consensuada y se basa en un diagnóstico compartido para definir y aplicar las acciones necesarias. Este proceso se guía por los criterios del Balance Comunitario, pero también puede surgir de la detección de necesidades identificadas por el Programa de Patrimonio Ciudadano en la valoración de los balances de las entidades.


