Carla Garcia, técnica media de la Dirección de Democracia Activa, y analizamos con ella los presupuestos participativos de Barcelona.
- Una vez acabadas las votaciones de los presupuestos participativos, ¿cómo se hizo la selección de los proyectos?
De los 184 proyectos que se podían seleccionar, 76 són guanyadors, resultat de les votacions, que l’Ajuntament de Barcelona haurà d’executar en aquests propers dos anys amb un pressupost de 30 milions d’euros. Pero hay que tener en cuenta que, como había un importe máximo para cada distrito, cuando un proyecto de los más votados superaba el importe disponible, no podía ser seleccionado y se escogía el siguiente proyecto por orden de más a menos votos hasta agotar la dotación económica asignada al distrito.
- Marc Serra, concejal de Derechos de Ciudadanía y Participación, comentó que los proyectos que, desafortunadamente, no habían sido seleccionados a pesar de tener muchos votos, quizás se podrían retomar más adelante. ¿Es así?
Es un tema que tiene recogido cada uno de los distritos y el objetivo es que se ejecuten en la medida en que el distrito tenga presupuesto para poder hacerlo. Evidentemente, no será con el dinero de los presupuestos participativos, pero sí con otras partidas presupuestarias en que haya un sobrante que se pueda destinar al desarrollo de otros proyectos.
- ¿Hay propuestas planteadas por la ciudadanía que el Ayuntamiento nunca habría concebido?
Así es, pero, evidentemente, si algunos proyectos han tenido tantos votos es porque son necesarios para nuestros vecinos y vecinas. Por este motivo, consideramos que es importante escuchar y generar espacios de participación y de análisis colectivo, para darnos cuenta de cuáles son las preocupaciones y las necesidades de la ciudadanía, ponerlas sobre la mesa y ejecutar los proyectos que sean viables.
“Es importante escuchar y generar espacios de participación y de análisis colectivo para darnos cuenta de cuáles son las preocupaciones y las necesidades de la ciudadanía.”
- Actualmente, ¿en qué fase del proceso os encontráis?
Después de las votaciones que se llevaron a cabo el pasado mes de junio, enviamos un comunicado a todas las personas y las entidades promotoras de los proyectos seleccionados. Y en octubre hicimos reuniones con cada una para explicarles cómo nos planteábamos, desde el Distrito o desde el Ayuntamiento, la ejecución de su proyecto, acordar plazos, programar otras reuniones para definir alguna actuación y valorar la necesidad de una comisión de seguimiento. Desde entonces, se ha empezado la ejecución con los órganos ejecutores, los equipos redactores, etcétera.
Y este mes de febrero hemos iniciado la darrera fase del procés: convocar les comissions de seguiment per a cada districte, que són grups de treballs formats per les promotores, un representant dels consells de barri, un tècnic de districte, un representant polític i una persona de democràcia activa. Aquestes comissions són les encarregades d’impulsar i fer un seguiment sobre com s’estan executant els projectes. El objetivo final es que las vecinas sigan siendo las protagonistas del proceso y no los técnicos ni los políticos del Ayuntamiento.
“El objetivo final es que las vecinas sigan siendo las protagonistas del proceso y no los técnicos ni los políticos del Ayuntamiento.”
- ¿Cómo está siendo trabajar en equipo con las entidades promotoras y las personas expertas que participan?
Está siendo todo un reto y un aprendizaje muy grande. Este proceso nos permite y nos obliga a trabajar de forma transversal entre los territorios, las áreas del Ayuntamiento y los promotores de los proyectos, sin que exista necesariamente una relación jerárquica a la hora de definir las líneas de actuación o desarrollar las propuestas.
Desde el Ayuntamiento nos encargamos de validar con las promotoras cada paso que vamos dando, porque es su proyecto y queremos que lo sigan sintiendo como propio. Por eso, trabajamos para que estas entidades tengan un control sobre lo que se está haciendo. Eso nos permite trabajar colectivamente y nos obliga a ponernos de acuerdo para llegar a un mismo objetivo. Sin duda, este trabajo colectivo es muy enriquecedor.
“Este proceso nos permite trabajar de forma transversal entre los territorios, las áreas del Ayuntamiento y los promotores de los proyectos.”
- ¿Qué plazos tenéis para acabar los proyectos?
La mayoría se terminarán antes de que acabe el mandato, pero hay proyectos de gran envergadura que está previsto que acaben en el 2024. Algunos tienen una incidencia urbanística muy fuerte, con afectaciones de movilidad, y no solo requieren la validación de las promotoras, sino que acaban afectando al territorio y al resto de las vecinas.
- ¿La plataforma Dedicim Barcelona continuará activa?
Pues sí. Es más, tendrá mucho protagonismo en esta fase de ejecución. Se abrirá un módulo de seguimiento de los proyectos seleccionados y ahí iremos publicando de forma cronológica todas las reuniones que se hacen, en qué estado está cada proyecto, etcétera. Cualquier ciudadano podrá hacer un seguimiento de cómo evolucionan los proyectos de la ciudad entrando en el web.
- ¿Cómo ha afectado la emergencia sanitaria de la COVID-19 al calendario inicial del proceso participativo?
Desafortunadamente, la pandemia y el confinamiento han provocado un retraso en todo el proceso y, por lo tanto, en el inicio de la fase de ejecución de los proyectos. Por este motivo, algunos acabarán en el 2024. También hemos tenido que adaptar las metodologías, porque era un proceso muy pensado para hacer sesiones presenciales que, finalmente, han acabado siendo telemáticas. Aun así, el proceso continúa adelante y los proyectos avanzan de manera muy satisfactoria.
- En términos relativos, Barcelona ha tenido una participación más elevada que las respectivas primeras ediciones de esta iniciativa en ciudades como Nueva York, París o Madrid. ¿Os lo esperabais?
Al inicio del proceso no nos lo esperábamos, pero cuando empezamos a ver cómo se movían las redes, cómo se movilizaban las promotoras de cada proyecto y la resonancia que tuvo la campaña de comunicación llevada a cabo por el Ayuntamiento, sí vimos que la gente hacía suyo el proceso y participaba activamente.
- ¿Qué retos tenéis de cara al futuro?
Estamos haciendo valoraciones internas y también con las promotoras para poder detectar cuáles son los aspectos que podríamos mejorar de cara a próximas ediciones. Sin duda, el gran reto es que toda la ciudadanía se sienta llamada a participar en todas las fases del proceso y no solo en la fase de votación, donde hubo un bum comparado con las fases de debate y propuestas.
También hemos podido observar que los proyectos para jóvenes han sido minoritarios o que los barrios con más población, con más tejido o más movimiento social tienen más proyectos dentro de su territorio. Por este motivo, seguiremos trabajando para llegar a todos los sectores y estratos de la sociedad, para hacer que el proceso incluya una muestra más representativa y diversa de la ciudad de Barcelona y un equilibrio territorial.
“El gran reto de cara a próximas ediciones es que toda la ciudadanía se sienta llamada a participar en todas las fases del proceso y no solo en la fase de votación.”