La participación ciudadana por todo el mundo: ¿qué retos afronta?

19/10/2022 - 17:11

Decidim Fest. Conversamos con 3 expertas en participación ciudadana de las ciudades de Nueva York, Bruselas y Monterrey sobre los retos y éxitos de la participación en sus ciudades.

En el congreso #DecidimFest22 se reunieron 5 ponentes internacionales de las ciudades de Barcelona, Bruselas, Kakogawa, Monterrey y Nueva York para hablar de las ciudades democráticas, de sus retos, éxitos y del uso de la plataforma digital Decidim para llevar a cabo sus procesos y órganos de participación.

Después de la ponencia pudimos conversar con Arnaud Pinxteren, concejal del Ayuntamiento de Bruselas, Bélgica; Cintia Smith, secretaria de innovación y gobierno abierto del Gobierno de Monterrey, Méjico; y Sarah Sayeed, presidenta y directora ejecutiva de la Comisión de Compromiso Cívico de la ciudad de Nueva York, en los Estados Unidos, sobre las principales inquietudes, éxitos y retos que han vivido en sus respectivas ciudades.

¿Cómo reacciona la ciudadanía cuando tiene espacios para participar y debatir?

Sarah Sayeed: En Nueva York la participación ciudadana ha sido muy bienvenida. Muchas veces nos han expresado que porqué no habíamos preguntado antes. Agradecen la oportunidad de hablar y el hecho de que el gobierno escuche y responda. Y donde tenemos que mejorar es al explicar qué respuestas escogemos y cuáles no y por qué, dado que muchas veces la ciudadanía cree que solamente cogeremos las respuestas y no les daremos retorno.

Arnaud Pinxteren: Creo que es un proceso educativo. Al requerir participación, es corriente que en un primer momento respondan agresivamente, porque un proceso participativo puede causar angustia y fustración. El reto es llegar a la ciudadanía con un proceso constructivo y donde se aprenda sobre democracia. Gobierno y ciudadanía nos podemos escuchar, los unos a los otros. Tenemos que fomentar la escucha activa y las decisiones colectivas.

Cintia Smith: Coincido con Arnaud que muchas veces la participación es queja. Y es difícil movilizar a la gente para que dedique tiempo de su vida privada a decisiones colectivas. Pero al final del proceso lo agradecen. Y mover voluntades para cuestiones públicas es un reto fundamental. Nosotros nos referimos con el término corresponsabilidad.

  • ¿Estamos preparadas para una democracia directa?

Arnaud: Es el reto. Pero necesitaremos tiempo. Lo que hacemos en Bruselas es intentarlo desde las necesidades que los mismos ciudadanos han expresado. Desde estas necesidades, pensamos conjuntamente e intentamos responder.

Sarah: Estamos redefiniendo lo que significa democracia, porque a veces nos centramos sólo en elecciones. Las elecciones son una buena cosa, pero al mismo tiempo, en América, nos encontramos con que son siempre las mismas personas las que participan. Y la democracia tiene que ser un ejercicio diario. No puede ser votar y mirar. Tenemos que recordar a la ciudadanía que pueden dar forma a los programas políticos. Se trata de compartir el poder. Si yo he sido elegida, quiero seguir hablando contigo, ciudadana.

  • ¿Y como hacerlo? ¿Cómo conseguir tener la ciudadanía implicada participando y tomando decisiones?

Sarah: Nosotros nos cuestionamos como conectar artes, cultura y gestión cívica. Cuando las personas vienen a hablarnos a la clase política, podemos ver reales dramas de cómo la política ha tratado a las personas. Y el uso de las artes y la cultura para conectar con las ciudadanas funciona. Recientemente, hemos celebrado el Día Nacional del Registro de Voto, donde la gente tenía la opción de registrarse para votar, y hemos puesto música y hemos dado chocolate. “La revolución puede ser dulce”, era nuestro eslogan. Y es que podemos cambiar la experiencia, el cómo vivimos el hecho de participar.

Arnaud: Pienso que no es sólo difícil involucrar a la ciudadanía. Tampoco lo es para la clase política. Constantemente se critica, cada proceso participativo es diferente y estamos en una tensión continua. Debemos educar a los políticos también explicándoles que los procesos participativos generan mejores medidas, dado que conocemos más las necesidades de los ciudadanos y nos darán informaciones muy útiles.

  • ¿Cómo hacer que la gente no se canse de las preguntas y procesos participativos de la administración?

Arnaud: Tienes que diseñar procesos participativos no demasiado duros para la gente. No puedes pedirles reunirse durante 1 o 2 años. Tienen que ser cortos y eficientes, sinó conseguiremos el sentimiento de que es demasiado duro y que no ayuda. Y lo podemos hacer con diferentes herramientas: llevando la participación al espacio público, ayudando a la ciudadanía a la participación digital acompañando con tablets, haciendo encuestas sencillas o reuniones virtuales que se puedan hacer desde el sofá de casa…

Sarah: Tenemos que mirar qué herramientas son adecuadas en cada momento según el tipo de tema. Cuando pedimos sobre un tema que no es controvertido, una simple encuesta está muy bien. Pero si es un tema muy delicado, necesitaremos un espacio respetuoso, para tener una conversación en profundidad, porque la gente estará enfadada y trastornada emocionalmente. Este matiz es muy importante. El gobierno tienen que dar un espacio seguro para hablar del conflicto.

  • En Barcelona, unos de los aspectos más complicados es comunicar y hacer llegar los procesos participativos al vecindario. ¿Os pasa también en vuestras ciudades?

Cintia: Es que es un reto muy importante el consolidar el mensaje, el proceso, las fechas…

Sarah: A veces la gente no entiende cómo participar o los mecanismos que damos. Y a veces no hay confianza tampoco. Comunicar con transparencia es clave.

Arnaud: Y el primer paso es saber el conocimiento que tiene la ciudadanía de lo que les proponemos. A veces hemos de comunicar desde lo más básico: cómo funciona nuestro municipio y que es lo que se está decidiendo. Si queremos diversidad en la participación, ponernos a nivel cero es importante, para poner al máximo de ciudadanía al mismo nivel de conocimiento del proceso.

  • ¿Nos queréis explicar un caso de éxito de proceso participativos en vuestras ciudades?

Sarah: Para nosotros el éxito ha sido el crecimiento de los presupuestos participativos. Empezamos con 100.000 dólares la primera vez y una participación de 200 participantes. Creímos que podíamos hacer crecer el proyecto y los presupuestos aumentaron hasta 1,3 millones, aumentando la participación en 3 barrios más. Ahora hemos subido hasta los 5 millones y esperamos que aumentemos también el número de participantes. Hemos demostrado que los presupuestos participativos tienen impacto, que es un proyecto de éxito y que la voz de la ciudadanía importa de verdad.

Cintia: Nuestro éxito es haber implementado en 4 meses un proceso de presupuestos participativos desde cero, desde el Reglamento sólo, en una ciudad de 1,2 millones de habitantes. Nos ha ido muy bien en la fase de proyectos, no tan bien en la votación, pues necesitamos que ésta sea más amplia.

  • ¿Como conseguir que los y las jóvenes inviertan parte de su tiempo digital en participación ciudadana?

Cintia: Nosotros hemos tenido una participación muy baja en jóvenes. Para mejorar, hemos decidido que llevaremos la plataforma (Decidim) a las universidades. Para que los jóvenes empiecen a subir proyectos. Tenemos que conseguir que la edad de participación descienda.

Arnaud: En nuestro caso, estamos probando una identidad digital en una app. Requiere una gran digitalización pero si esta entrada digital de la ciudadanía también conecta con la participación digital… Participar será una parte más de su identidad digital, no una demanda de más que haremos a la ciudadanía.

Sarah: En Nueva York, proveer de acceso a internet a toda la ciudadanía es importante. El 18% de la población está sin internet. Estamos mejorando el acceso tecnológico. Y a la vez, vivimos en la economía de la atención: ¿la gente recibe demasiada información, como conseguimos que nos presten atención? ¿Cómo conseguir que escojan democracia y no TikTok? ¡Tendremos que pedirselo a la gente!

  • Para acabar: ¿cuáles son los retos globales que compartimos con respecto a la participación ciudadana?

Arnaud: El reto de la diversidad, que tiene que ver con las brechas digitales y sociales. También conseguir medidas participativas efectivas.

Cintia: Y hacer que sea irreversible. No toda la clase política está de acuerdo con este ejercicio de participación ciudadana. Es más cómodo tomar decisiones desde el escritorio. Hacer que la ciudadanía se acerque a estos procesos es clave para que no nos lo saquen en el próximo mandato.