Se trata de un servicio que se inserta en la red de atención a las personas sin techo y en riesgo grave de exclusión social con el fin de ofrecer atención a un sector de estas personas que por sus características personales, y necesidades sociales, requieren un tratamiento específico que empieza con la asignación de una vivienda como punto de inicio de la inclusión social.
El servicio se dirige a personas solas que reúnen una o más de las características siguientes:
- Personas solas mayores de edad. Excepcionalmente podrán ser dos personas juntas, bien porque sean pareja, bien porque los une una relación de amistad o apoyo que se evalúe como positiva para ambas personas.
- Personas con una larga trayectoria de vida en la calle, con las cuales las propuestas de atención grupal no hayan tenido éxito o provoquen el rechazo de la persona a intentarlo.
- Personas con necesidades sociales concurrentes con la falta de vivienda: carece de relaciones sociales y familiares, estado de salud precario, con presencia de enfermedades mentales, adicciones, etcétera.
Aparte de ofrecer una vivienda como primera medida para la inclusión de las personas usuarias, el servicio se caracteriza por ofrecer apoyo socioeducativo orientado a:
- Procurar el acceso de las personas a la red de servicios y a las prestaciones de carácter universal (sanidad, servicios sociales, empleo, etcétera).
- Facilitar el acceso a las prestaciones económicas y asistenciales a las cuales puedan tener derecho.
- Recuperar las habilidades de autogestión (economía doméstica, relación con el entorno, etcétera).
- Recuperar las relaciones familiares y sociales, siempre que sea posible.
- Fomentar la integración comunitaria de la persona en el barrio donde resida.
- Brindar apoyo en el seguimiento de los tratamientos terapéuticos que sean necesarios (psicológicos, físicos, etcétera).