Historia del Archivo
De la Torre del Rellotge al sótano de la calle de la Creu Coberta
Sus precedentes se sitúan a principios de los años treinta en la iniciativa surgida del Club Excursionista de Sants, y recogida más tarde por la Unió Excursionista de Catalunya (UEC) de Sants, de fundar un archivo histórico del barrio.
Durante el franquismo, y hasta los primeros años de la Transición, la actividad en el archivo quedó frenada. Este hecho motivó a las asociaciones de vecinos a incorporar en sus reivindicaciones el mantenimiento, la dignificación y la potenciación de los archivos de barrio.
En 1979, la UEC de Sants empezó a negociar con el Consejo del Distrito la cesión de su fondo documental al Ayuntamiento con el compromiso de mejorar la conservación en unas instalaciones dignas, favorecer la consulta pública y la voluntad de crear un archivo histórico en el barrio de Sants. El mismo año, en el primer pleno municipal del antiguo Consejo Municipal del Distrito VII, se acordó restaurar y acondicionar la Torre del Rellotge, en la plaza de Bonet i Muixí, como sede del archivo de la entidad.
Las obras de acondicionamiento del edificio medieval se alargaron hasta el verano de 1983 y, al cabo de dos años, el edificio se convirtió oficialmente en la sede del Archivo Histórico de Sants de la UEC de Sants.
La documentación constituía, un año más tarde, una parte fundamental de los fondos de procedencia privada del nuevo Archivo Municipal del Distrito de Sants-Montjuïc, creado a raíz de la consolidación de la democracia y la confluencia de dos procesos: la descentralización municipal con la creación de la red de archivos de distrito en 1988 y la voluntad de recuperación del patrimonio histórico de los antiguos pueblos y barrios del llano de Barcelona.
El edificio de las esferas
El edificio donde se encuentra actualmente el Archivo de Sants-Montjuïc es la antigua Tenencia de Alcaldía de Hostafrancs, construida por el arquitecto Jaume Gustà i Bondia entre los años 1895 y 1915. Se trata de un edificio de grandes dimensiones y de notable riqueza ornamental, como corresponde a una construcción representativa del siglo XIX.
En 1991, el archivo amplió sus dependencias en diferentes lugares de la sede del Distrito y, finalmente, inauguró un nuevo espacio en el subterráneo de este edificio, donde se unificó toda la documentación.