Asegúrate de que no entra contigo ningún desconocido cuando abras la puerta de acceso al garaje.
Espera a que se cierre la puerta tras de ti, tanto a la hora de entrar como a la hora de salir, antes de reanudar la marcha. Hay que regular el temporizador al mínimo.
Recuerda cerrar con llave la puerta de acceso de vecinos y vecinas cuando entres o salgas a pie del garaje.
Llévate la tarjeta o el mando de apertura del garaje.
Evita dejar paquetes y objetos a la vista en el interior del vehículo (bolsos, tarjetas, documentos, aparatos electrónicos, etc.).
Cierra el vehículo con llave, y asegúrate de que dejas las ventanas totalmente cerradas y, si tienes, la alarma conectada.
En parkings públicos
Evita dejar objetos o paquetes a la vista.
Aparca, si es posible, en una plaza próxima al cajero o dentro del ángulo de visión del personal de vigilancia o de las cámaras de seguridad.
No olvides cerrar el vehículo con llave y asegúrate de que las ventanas están totalmente cerradas.
Llévate la tarjeta de control de entrada.
Al aparcar en la calle
Evita dejar objetos en el interior del vehículo que sean visibles desde fuera (ropa, bolsas, carteras, llaves, tarjetas, teléfonos, etc.).
Comprueba que el volante está bloqueado y los cristales de las ventanas completamente cerrados al bajar del vehículo.
Activa los dispositivos antirrobo que incorpore el vehículo (alarma, desconectador de batería, bloqueador de volante, pedales, etc.).
Mientras circulas
Asegúrate de que las puertas están bloqueadas y las ventanas cerradas, especialmente cuando te detengas en un semáforo.
Desconfía de las personas que te ofrezcan servicios u objetos de manera ambulante. No abras las ventanas ni desbloquees los fiadores en ningún caso.