Una cabo de la policía barcelonesa ha participado en un seminario web organizado por el Foro Europeo para la Seguridad Urbana (EFUS) centrado en el ocio nocturno, la inseguridad que puede provocar y las medidas para garantizar la seguridad y la convivencia en estos espacios.
En el encuentro, que se ha celebrado hoy, se han abordado distintas estrategias en torno a iniciativas innovadoras con relación a la oferta del ocio nocturno y cómo prevenir el abuso de drogas y alcohol o evitar las agresiones sexuales a partir de iniciativas concretas.
En concreto, se han compartido experiencias llevadas a término por los ayuntamientos de Barcelona, Budapest y Lieja. En el caso de Barcelona, la Guardia Urbana ha explicado el trabajo realizado en torno al frente marítimo de la Ciudad Condal para actuar contra agresiones y acosos sexuales. También ha participado la Federación Catalana de Asociaciones de Actividades de Restauración y Musicales (FECASARM), que fue una de las entidades que formó parte de este proyecto.
La jornada ha sido organizada por el Foro Europeo para la Seguridad Urbana (EFUS), la única red europea dedicada a la seguridad urbana, formada por 250 autoridades locales y regionales de 16 países y de la que el Ayuntamiento forma parte.
El caso del frente marítimo de Barcelona
El Ayuntamiento de Barcelona puso en marcha en el año 2018 una estrategia para garantizar la seguridad de la clientela y del vecindario de las zonas con locales de ocio nocturno con respecto a agresiones y casos de acoso sexual. El resultado fue el protocolo “No callamos“.
Además, la Guardia Urbana fijó el área del Puerto Olímpico como prioritaria para mantener la seguridad nocturna en la ciudad. El objetivo principal era evitar y reducir, con la implantación del protocolo, los casos de inseguridad detectados.
La puesta en práctica del plan se hizo con la corresponsabilidad del empresariado del ocio nocturno (FECALON, FECASARM, Gremio de Discotecas de Barcelona), la seguridad privada, el Gremio de Restauración de la ciudad, el cuerpo de los Mossos d’Esquadra, la Asociación del Frente Marítimo, el Puerto Olímpico de Barcelona SA y distintas áreas municipales (Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamentos, Concejalía de Feminismos y LGTBI, etc.).
La idea fundamental era disponer de personal de sala sensibilizado y formado sobre qué son los acosos o agresiones sexuales y cómo actuar ante estos casos:
- Se formó a los trabajadores de seguridad privada en relación con la detección de los diferentes tipos de asalto y acoso sexual.
- Se diseñó un protocolo para los clubes para que todos los trabajadores pudieran responder en caso de acoso sexual. Entre otras cosas, se incluyeron normas y mecanismos de expulsión del local en caso de violencia sexual.
- Se crearon espacios de vigilancia específica en zonas especialmente oscuras de los clubes.
- Se hizo un trabajo de acompañamiento y protección de los trabajadores y trabajadoras sociales con el fin de detectar posibles casos de explotación sexual.
La estrategia quedó paralizada con la llegada de la COVID-19; de hecho, actualmente son muchos los negocios del frente marítimo que han bajado las persianas.