La mejora de la seguridad vial en la ciudad es una de las prioridades de la Guardia Urbana, y por eso es imprescindible trabajar en la prevención de los siniestros de tráfico, un modelo de movilidad más seguro y la formación y la concienciación del ciudadano para que cumpla las normas básicas de tráfico.
Con el objetivo de incidir en las conductas de riesgo, la Guardia Urbana ha puesto en marcha hoy una campaña de control de alcoholemia y drogas, que estará activa hasta el 23 de diciembre en toda la ciudad y se enmarca en el Plan local de seguridad vial del Ayuntamiento de Barcelona.
La conducción con presencia de alcohol y drogas es uno de los factores de riesgo en la accidentalidad, y los controles preventivos son una de las herramientas más eficientes para evitar la circulación por la red vial de conductores con riesgo potencial de tener un accidente.
Las víctimas de los siniestros de tráfico son evitables, y tenemos que tomar conciencia de ello, para que los conductores y los peatones se involucren cada vez más en el hecho de conseguir llegar a los objetivos de reducir un 50 % los lesionados grave y muertos, tal como lo indica la Estrategia de seguridad vial 2030, con el horizonte de ninguna víctima mortal en el año 2050.
En estos controles se incidirá en la realización de pruebas de alcoholemia y drogas en los conductores de bicicleta y ciclomotor, un colectivo especialmente vulnerable que ha visto incrementada la accidentalidad en los últimos años.