El coche de Transportes Metropolitanos de Barcelona fotografía los vehículos que han estacionado o se han detenido sin autorización en el carril bus. El objetivo es mejorar la velocidad del servicio de autobús y la seguridad vial. La medida se enmarca dentro del Pla Endreça.
El vehículo circulará por las zonas donde se han detectado más infracciones de este tipo durante el periodo de pruebas, que empezó el 4 de marzo. A lo largo de estos dos meses se han registrado una sesentena de infracciones al día.
Las sanciones oscilarán entre 60 y 200 euros.
Información a pie de calle
Durante las próximas semanas un equipo de informadores repartirá folletos con las zonas de carga y descarga más próximas a las personas que se detengan o estacionen en el carril bus.
Las personas que conducen los autobuses han reivindicado esta medida por las consecuencias que tiene la invasión del carril bus: moderación de la circulación, peligrosidad al maniobrar para hacer el adelantamiento y dificultad para que las personas que viajan dentro del bus puedan bajar al lugar destinado para hacerlo.